Pekas

La verdad es que me llevé una grata sorpresa cuando terminé de cenar aquí. Confieso que lo juzgué por ese logotipo ochentero que para nada hace justicia al local (ni la comida ni de la decoración).
Según me cuentan mis acompañantes, este local lleva tooooda la vida en el barrio; con los mismos camareros, prácticamente la misma carta y por lo que me dicen, no defrauda.
Es un local con dos plantas, con lo que cuenta con dos salones (arriba y abajo). Es bastante amplio el de arriba. Muy buena oferta para cenas navideñas, reencuentro de viejos colegas o cumpleaños a lo grande. Aunque también es muy apropiado para eventos familiares.
Tiene una carta muy variada y, sobre todo, a muy bien de precio.
Más de 8 tipos de hamburguesa (todas caseras) a no más de ⁴⁄₅ euros, con patatas incluidas. Yo pedí a Montana (champiñones, huevo, baicon); te la recomiendo encarecidamente.
También tienen raciones, platos combinados y sandwich.
No disponen de Mahous pero si tienen cervezas alemanas, frías y con la posibilidad de pedir cubo de 6 tercios.
Las copas también están bastante bien de precio, aunque no disponen de gran variedad.
¡Ah! En veranito tienen terraza.

Con cualquiera de sus hamburguesas o perritos no te vas a quedar con hambre. Y está todo muy rico.
Además tienen cervezas interesantes en la carta.
El verano puedes disfrutar de su terraza bajo la palmera. O de su aire acondicionado dentro del local, decorado al estilo americano y con detalles sorprendentes.
Es un negocio del barrio de toda la vida, donde toda una generación ha celebrado sus cumpleaños y ha disfrutado de sus patatas con dos salsas una tarde sí y otra también.

Y mi reseña número 100 va para… el Pekas!
Hace como 20 años que no entraba aquí, y sigue estando, manteniendo su «esencia» aunque sea su letrero. Como bien ha reseñado Jose Luis T., toda una generación de éste barrio hemos «crecido» aquí. Aquí le recordamos como el lugar donde celebrar los cumpleaños, una alternativa distinta a los Telepizzas y Burguer King. Aquí podías comer buenas hamburguesas con sus patatas fritas y salías rodando.
Y ahora, aunque de estética diferente por dentro, siguen teniendo en su carta (mucho más elaborada que hace dos décadas) hamburguesas para degustar. Entre otras cosas, ojo.
Nuestro plan inicial de cenar pizza y ver el local cerrado nos hizo cambiar el rumbo a ésta parte del barrio donde hay más locales, y qué bien, hoy estaba abierto el Pekas! Mi antojo de pizza quedó en el olvido y me entró el gusanito de hamburguesa de uno de mis lugares «fetiche» cuando tenía 12 años. Era volver a mi juventud!
El local ahora está decorado un poco mezcla taberna, con un «poco de todo», decoración en plan: figuras de indios, cráneos de vaca con grandes astas, cuadros y espejos. y una gran pantalla de tele y otra más pequeña (aquí para ver los partidos sería muy top), sigue siendo bastante amplio con bastantes mesas. Para ser lunes, vimos al llegar que había un grupo y una pareja. Nos acoplamos y abrimos la carta. De beber hay ofertas de cubos con tercios y unas cuantas cervezas (Grimbergen, Judas, Franziskaner, Coronita o la Becks), pero mejor escogimos jarra de 50cl de Becks.
Para compartir entre 3 unos nachos. Elegimos los «Poblanos», con pollo y carne picada en salsa de tomate mexicana. Una buena cantidad y bastante buenos. Hay otros que quedan pendientes para la próxima, los «El Paso» con guacamole y maíz.
Para cenar, lo tenía claro: Hamburguesa. Aunque ofrecen también sandwiches, platos principales, pizzas, y platos «internacionales» (comida mejicana, alemana.)
Elegí la «Montana». Son 90 gramos de carne de vacuno con cebolla fresca a la plancha, champiñones (oh my god), bacon, queso cheddar y barbacoa. Una locura por menos de 6 €. Es bastante contundente y al ser bastante completa te quedas bien. Con la cerveza siempre te hincharás un poco más, pero a mi me pareció perfecta. Carne jugosa y con todos esos ingredientes me quedé bastante satisfecha.
Por eso, como en cuanto a calidad precio está bastante bien. Jarra, nachos para compartir y hamburguesa unos 10 euros por cabeza (entre 3). No dudaré en volver, y no creo que tarde 20 años de mi próxima visita. Por dos razones bien obvias: tenerlo a unos metros de casa y porque hay ganas de pedir más cosas de la carta, las salchichas alemanas me llaman mucho!

Es un buen sitio para ir a comer o a cenar… Normalmente ofrecen lo mismo, pero no te decepcionan en cuanto a la relación calidad/​precio de la carta. En definitiva, bastante recomendable

No han cambiado la cartelera de fuera desde hace 20 años. Se recuerda porque toda una generación que creció en el distrito de La Latina lo recuerda como lugar de celebración de cumpleaños, o simplemente de encuentros donde comer hamburguesas más elaboradas que las de Burguer King o McDonalds.
Hoy en día ofrecen desayunos, y se siguen organizando celebraciones, pero más dirigidas a un público adulto. No hay más que escuchar la música de los 70 que allí ponen, y la decoración interior para cerciorarse que ha cambiado bastante.
Ofrece platos combinados, y el menú propio un Tex — Mex. Amplios sándwiches, el especial «Gran Pekas» con huevo a la plancha, y jamón y queso les queda bastante bien; perritos, nachos, pizzas de todos los tipos, hamburguesas e incluso platos cocinados de la gastronomía española. Salvo un día, que no acertaron con unos nuggets de dudoso sabor, y que no nos cambiaron — lo que les costó un mes de castigo por nuestra parte -, siempre dan buena atención. No pasan los partidos de fútbol de los canales de pago.