Peggy Sue’s

Ha bajado bastante la calidad. Recuerdo cuando fui al primero que había, por Conde Duque… Desde que es franquicia nada que ver. Imagino que yo también he evolucionado en gustos ahora que hay tantos sitios de hamburguesas en Madrid.
El servicio a domicilio sí que deja mucho que desear, llega todo muy frío y tarde.
El encanto que sigue teniendo es su decoración totalmente 50’s. Y también es cierto que aún hay gente a la que le fascina, así que muchas veces puede convertirse en una opción rápida para quedar con alguien.

El trato es pésimo. Si vas en pareja no te sentarán a menos que estén libres las dos únicas mesas dobles que tiene. Espero que cierre pronto y puedan poner otro restaurante que trate mejor a la gente del barrio.

Un 10!!! El mejor diner que puede existir. Recomiendo hacer allí cualquier celebración será original y satisfactoria en todos los sentidos

Ya no es lo que fué ese pequeño local en la zona de Conde Duque… Ahora se ha convertido en una cadena de franquiciados con una cocina central en la que PRODUCEN sus productos de cuestionable calidad y luego bañan en aceite en cada local… No están hechos para mí…

Después de haber probado también en su establecimiento cerca de Conde Duque hay algo que queremos decir: ¿Por qué no cogen locales más grandes? Y cuando digo grandes me refiero a que dispongan de más espacio para poder acceder a ellos sólo porque pasas por allí, sin tanta reserva ni tanta gaita. También me refiero con grandes a que los españolitos, desde hace un par de generaciones, ya no somos como Alfredo Landa. No cambio rodillas y articulaciones por hamburguesas. Muy bonito todo.

Cuando descubrí Peggy Sue’s no pude evitar investigar en internet, pues me gustó mucho (sí, me gustó, a pesar de todo lo que se dice/​se comenta). Y así averigüé que tenían este local muy cerquita del Retiro. Así que, un día, después de echar la tarde en este fabuloso parque madrileño con unas amigas, fuimos a «meriendo-​cenar» a este Peggy Sue’s e, igual era por la hora, igual por el día (domingo a eso de las 20:00 h.), pero no tuvimos problema en sentarnos a la primera.
Y por eso me gusta este Peggy Sue’s en concreto, porque al estar donde está, y a pesar de ser todavía el centro, no pasa tanta gente y es más fácil sentarse a la primera, sin reservar. Pero, como ya dije, supongo que depende del momento del día en el que vas, y es que es verdad que los locales de Peggy Sue’s son minúsculos… Aunque os diré un secreto: el inaugurado en Alcalá de Henares las pasadas Navidades seguramente sea el más grande (al menos de los que yo conozco). Alguna cosa buena tiene vivir en el extrarradio…

Como el capitán Ahab, tras la majestuosa Moby Dick, ando detrás de la preciada «mejor hamburguesa» de la capital. Los vientos, y varias recomendaciones, me han llevado hasta Peggy Sue’s, franquicia con varios establecimientos en Madrid.
Inspirada en la estética de los ’50 (¿cómo no?), me encuentro con una hamburguesería muy de mi gusto, con buena carne y pan artesanal elaborado con cerveza, que desde luego, marca la diferencia.
Me decanto por una Aretha Franklin y unos aros de cebolla caseros. No me decepciona en absoluto, es más, un servicio amable –a pesar del retraso en conseguir mesa incluso con reserva-​, y unos postres de tumbar al más glotón, la sitúan en mi «top three» de la búsqueda que comentaba.
Como siempre tiene que haber un «pero»: demasiado pequeño el local, o demasiado grandes los comensales, dependiendo de cómo se mire…
Se están expandiendo como la espuma. ¡Creo que van a inaugurar uno cerca de casa!

Es una de las hamburgueserías más famosas de Madrid, y por eso es mejor reservar. ¡Siempre está llena! Yo pedi para dos unas patatas cheese fries y un par de hamburguesas especiales con limonada y nos salió a 12 euros cada una. Y no te quedas con hambre.
Hay tres más en Conde Duque, Chueca y en la Glorieta de Bilbao.