Las malas lenguas suelen decir que es un poco caro, pero quien tenga experiencia en gimnasios, sabrá apreciar que tiene un precio justo. Lo primero a destacar es el trato que reciben los socios: a todos los nuevos se les presenta a su entrenador. No es un entrenador personal, pero sí es la persona que nos va a confeccionar, si así lo deseamos, un entrenamiento orientado hacia nuestros objetivos. A él o a cualquier miembro del equipo, que suelen estar alrededor de la sala, se les puede preguntar todas las dudas que tengamos en el momento que sea, y siempre te atienden con amabilidad y las veces que haga falta(algo muy positivo para los que somos torpes por naturaleza, como es mi caso). Con respecto a las clases, tienen un horario muy variado y tres salas diferentes más la piscina. Cuentan con actividades como aqua fitness, body pump, body combat, kick-boxing, pilates, abdominales, spinning, yoga, entrenamiento acuático… Prácticamente de todo. Además, tienen servicio de entrenador personal. Finalmente, hay una zona con pistas de pádel y squash y organizan actividades extra como por ejemplo el Club del Corredor, un grupo de personas que salen a correr juntas de forma semanal. También se organizan torneos y liguillas. Sobre las instalaciones, son adecuadas. Quizá algo masificadas a ciertas horas(las tardes, en este sentido, son el peor momento para ir, especialmente a partir de las 18:00) y a veces cuesta encontrar libre la máquina que quieres(sobre todo si es una elíptica). Pero por lo demás, correctas. Es importante recalcar que, incluida en la mensualidad, el gimnasio cuenta con piscina climatizada para clases y uso libre abierta todo el año –que además tiene solarium en verano– y con un spa. No tiene ningún coste adicional, aunque en el spa hay que reservar al menos con media hora de antelación.