ELCHINODELBARRIO. Todo el mundo en saconia conoce este chino. Los dias de diario, no se llena mucho, tienen un menu del dia(solo a medio dia) por 7,95. Se puede elegir de primero rollo primavera o sopa, luego un principal ternera con verduras o pollo al limon u otro plato que no recuerdo y acompañarlo de tallarines o arroz tres delicias, incluye bebida y postre y nunca ponen mala cara si pides jarras de agua, para salir lleno a muy buen precio. Los dias del fin de semana suele llenarse por lo que se recomienda reservar. Los rollitos primavera estan buenísimos! El pato de pequin(pato asado con una salsa y envuelto en una crep que te envuelven con mucho arte sobre la mesa usando palillos) es espectacular y todos los platos tie-ban que vienen humeando y chisporroteando en una fuente de hierro a la mesa, donde se termina de cocinar, están muy buenos, para acompañarlos con arroz tres delicias que se impregne bien de la salsa. Ummm me pongo a salivar de solo pensarlo. Me encanta cualquier dia pero me parece que es la mejor comida para la resaca, un servicio estupendo y excelente calidad-precio. Para terminar siempre te ofrecen un chupito, que es un vaso de café lleno hasta el borde. El café mejor en otro lado
Alfredo P.
Classificação do local: 5 Madrid
Los vecinos de la Dehesa de la Villa saben bien que de este restaurante solo se puede escribir en mayúsculas. Emplazado en un recóndito local de una urbanización, el Oriental Palace se ha granjeado en sus 25 años de trayectoria, una clientela, cuantiosa y fiel, que lo visita con mucha asiduidad. Por su escasa visibilidad, los nuevos comensales que recibe proceden siempre del boca a oreja, pero una cosa está clara: quien lo prueba repite. Sus platos estrella son los que llevan la coletilla ‘tie ban’, que llegan a la mesa del cliente humeantes y aún hirviendo. Conozco a más de cuarenta personas que llegaron sin haber probado el pollo tie ban y, todos, absolutamente todos, quedaron prendados del plato. Los precios están más que ajustados y el a servicio a domicilio es increíblemente rápido, casi nunca se superan los 20 minutos de espera. A veces he llegado a pensar que tienen un repartidor interino en mi portal, porque no pasaron 5 minutos desde que colgué el teléfono hasta que llamaron a mi puerta. Mención aparte merece la atención en el restaurante. El dueño, que se hace llamar Aitor pero debe ser manchuriano, no cierra hasta que decidas marcharte, nunca te apura ni te trae la cuenta, y es muy probable que termine invitándote a una copa, siempre generosamente cargada. Si crees que ya lo has visto todo en materia de restaurantes chinos, quizá el Oriental Palace te haga replantearte la afirmación.