Comida en ORIBÚGASTROBAR, restaurante asiático, situado a mitad de la calle Recoletos, casi enfrente de la Plaza del Rey. Local amplio y agradablemente decorado combinando tonos azules oscuros y blancos. Mesas sorprendentemente pequeñas comparadas con el tamaño del local(apenas caben los platos) y muy pegadas unas a otras. No hay manteles y las servilletas son de papel. Dos personas, por recomendación del maître pedimos un sashimi de pez limón. Pescado muy fresco, carne firme y buen corte. Muy bueno. Dim-sum de rabo de toro. Cuatro piezas, relleno sabroso y muy jugoso. Jiaozi de boletus y foie. Dos gyozas rellenas de boletus sobre una base de foie a la plancha, aromatizado con aceite de trufa. Buen sabor, aunque el plato se hace un poco pesado, demasiada grasa. Dos baos, uno de manitas y otro de estofado de ternera. Acompañados de varias hierbas y varias salsas. Ambos muy ricos, de los mejores que hemos probado. De postre una«torrija de sobao», aunque parecía más bien un bizcocho casero, servido caliente con helado de yogur. Francamente bueno. Carta de vinos suficiente, pero subidita de precio. Pocos caldos por debajo de los 20 euros. Elegimos un Vino de Madrid«Las Retamas de Regajal», servido a su temperatura, que acompañó muy bien la comanda. Servicio regular, mucha espera entre platos, unas 12 mesas ocupadas, pero la cocina no tiraba. Unas dos horas tardamos en comer. Menos mal que no había prisa. En conclusión, nos encontramos con un sitio que trabaja una materia prima de calidad, con buena mano en la cocina y excelente presentación de los platos. En el haber tenemos que señalar que las raciones son escasas y los precios son poco amables. Sin comer mucho, salimos por 90 euros, que gracias al efecto del Kviar se quedó en 60. Repetible, pero eso sí, imprescindible venir con promoción.
Monica G.
Classificação do local: 4 Malasaña, Madrid
Un jueves por la noche, una cena de puesta al día con un compañero de la carrera… Buscaba un sitio tranquilo con buena comida pero original y divertido… Objetivo conseguido. El local estaba no muy lleno, éramos unas pocas mesas así que camareros atentos y poco ruido. Los jueves invitan a un cocktail mientras esperas tu cena y por supuesto nos lo tomamos…. Pedimos varias cosas para compartir y así poder probar; unas croquetas(soy muy fan y tengo que reconocer que me encantaron) el dim sum de rabo de toro(motivo por el Q elegimos el sitio y no nos defraudó). Y pedimos recomendación a los camareros para los otros dos platos(casi todo medias raciones, otro punto a favor para poder probar mas cosas) y acertaron: langostinos y salmon!!! De postre, chocolate que no falte!!! Muy muy recomendable.
Olaya O.
Classificação do local: 3 Madrid
Tenía ganas de probarlo debido a una reseña que leí hace tiempo de Raquel T. sobre su menú y por fin encontré el momento. Llegamos pronto, por si acaso nos encontrábamos con mucha gente, nos atendió una chica la cual nos trajo los menús y nos preguntó por la bebida. El menú del día es el mismo de lunes a viernes(de la misma semana), tiene un precio de 12 € e incluye primero, segundo, postre, bebida y café. Uno de los platos principales era un plato de fetuccini scarparo y picante coreano, ninguna sabíamos qué significaba scarparo y consultamos, no nos supo decir, preguntamos por los ingredientes de la salsa y tampoco, al rato vino y nos indicó que eran picantes, fue toda la información que pudo obtener, aunque ese detalle no lo necesitábamos pues el nombre ya lo indicaba. Una pena, pues la interesada hubiese pedido la pasta. De primero ambas comensales nos decantamos por las setas empanandas con ali-oli de citronela las cuales estaban buenas pero les faltaba un punto más crujiente. De segundo yo pedí futomaki de salmón y mayonesa de kimchee el cual estaba muy rico y como sólo estaba relleno de salmón los trozos eran muy hermosos. Lo único que le sobraba era un cebolla frita que venía por encima y que me comí lo primero con la mayonesa que rodeaba el plato pues no tenía intención de mezclarlo. De postre piña colada en plato, refrescante y con un sabor sorprendente, un acierto. Sin duda me quedo con ganas de volver, aunque el siguiente detalle que nos llamó la atención para mal fue que el bienmesabe de segundo de mi acompañante estuvo 10 minutos esperando en una mesa antes de servirlo, mientras terminábamos el primero. También en cuanto yo terminé mi plato me lo retiraron pese a que mi acompañante no, y me sirvieron el segundo. Pendiente de revisión. Pssst: suben todas las semanas sus menús a sus redes sociales.
Nao S.
Classificação do local: 2 Madrid
Me hacía mucha ilusión conocer este local ya que había leído unos cuantos comentarios positivos. El restaurante es acogedor y luminoso. Nada más entrar me gustó mucho el ambiente. Como llegué un poco antes de la hora de la quedada, decidí esperar a mi amiga dentro. Me atendieron dos camareros con amabilidad y elegí una mesa de al fondo. En esta ocasión queríamos probar el menú del día. Hay tres primeros y tres segundos a elegir. Me apetecía spaguetti de primero, pero en la carta no decía de qué sabor era. Se lo pregunté a la camarera que me atendió y me respondió «no lo sé, voy a preguntar». Bien, esperamos un rato y la camarera volvió a la mesa. Mi sorpresa fue que se limitara a leer lo que decíà la carta sin añadir ni una palabra más. «Eso ya lo sabemos, pero de qué sabor?» — «No lo sé.» Mi nota mental —«entonces de qué se fue a preguntar?» Sin embargo no me voy a resistir. «Pero… es de tomate? O de alguna salsa o sin salsa? «—«No lo sé». Tras un silencio, la camarera permanecía callada. No sabía aportar más información de lo que estaba escrito en la carta ni sabía preguntar al que cocinaba o algún personal que lo supiera. Bueno, bueno… es peor que un niño de 10 años. Cómo es posible? Así que al final opté por unas setas fritas. La presentación estaba muy chula, unos trozos de setas colocados en un papel de periódico, pero de sabor mediocre sin poder destacar nada en especial. Pero bueno, gracias a la conversación interesante que me ofrecía mi amiga, disfrutábamos del primer plato sin prisa. Cuando apenas comíamos la mitad del plato, vi de reojo que la camarera nos traía ya nuestros segundos. El de mi amiga era maki sushi, pero el mío, «bienmesabe». Supuse que la camarera se retiraba con los platos, pero los dejó encima de una mesa auxiliar que estaba a unos metros de nuestra mesa, y se fue. Cuando se sirvió, mi triste bienmesabe me sabía poco, pues ya estaba frío. Esto pierde y mucho, es que para mí cosas calientes se sirven calientes y cosas frías, frías. Por esta razón no disfruté de la comida, pero bueno, como plato era bastante apto. En fin la experiencia en el local no me agradó mucho a pesar de la buena compañía. Mientras que siga así el servicio, no volveré.
Raquel T.
Classificação do local: 4 Madrid
¡Y las estrellas van subiendo oiga!, porque las últimas veces que he ido me he quedado más que satisfecha con su menú y los postres han mejorado mucho. Y eso se merece una estrellita más. ;)
Luis H.
Classificação do local: 4 Madrid
No soy fan de la comida fusión, ya que no me suele convencer, pero este sitio es una excepción. Es francamente bueno y original. El cocinero aprendió de Chicote y Pedro Larumbe y eso se nota. Las influencias asiáticas son de su socio.
Gonzalo A.
Classificação do local: 3 Salamanca, Madrid
Me ha gustado, pero cuando traen 2 croquetas por ración me he quedado preocupado, la comida es buena y diferente, te atienden bien pero parece que los camareros están cansados, el sushi esta bien presentado y tiene buen sabor pero claro la tapa son 2, no te llenas! ni mucho menos pero si no tienes mucha hambre perfecto.