Ocsi-Café El Mar

a very cute, cozy, vegetarian café.
it’s small, they also sell vegetarian items.
besides coffee, tea and drinks they have quiches, sandwiches, bagel sandwiches, cookies.
it’s affordable. the food is delicious and high quality.
the quiche was so good.
employees are friendly and can speak english.

Llegué aquí porque un amigo vive en el barrio y es asiduo del lugar, me encantó.
A pesar de ser domingo tarde el local estaba supertranquilo y pasamos un rato muy agradable.
Tienen una variedad asombrosa de infusiones y yo me decanté por un rooibos con cacao y regalíz, además puedes elegir entre varios tipos de leche.
También tienen libros, el baño es una cucada y el precio está bien.
100% recomendable si andas por la zona y te apetece tomar algo.

Un sitio encantador. La gente muy agradable y la comida riquisima. Vuelvo cada vez que puedo.

Me encanta este sitio. Puedes acudir allí para comprar cosas bio y ecológicas que a lo mejor no encuentras en el supermercado, puedes pillar fruta rica y saludable en un momento. Tienes pan, postres y empanadas para llevártelo a casa y triunfar en la comida y además puedes comer o tomarte algo allí a la hora que mejor te venga.
Tienen desayunos super ricos, tanto para los amantes de lo dulce como de lo salado. Una gran variedad de tés, que puedes elegir dependiendo de lo que necesite tu cuerpo (relajarse, despertarse… así hasta un montón) El té rojo con hielo al verdad que estaba muy rico y las limonadas… este me lo apunto para mi ruta de la limonada.
Puedes incluso comer un menú o un plato rico, saludable y a buen precio. El gazpacho se acaba pronto así que para aquellos que le guste y lo gocen este por lo visto está muy rico.
El ambiente es excelente y el trato estupendo, son muy majas las chicas que lo llevan. Y cómo me gusta su fachada, que bueno que lo hayan conservado. No veo mejor plan cuando hace buen tiempo que ponerse en la mesita de la ventana y tomarte algo fresquito mientras lees :)
Por decir algo malo, que me pusieron la discografía completa de Vetusta Morla jajaja

Excellent little coffee/​tea shop. Inhabits an old barber shop and they’ve left the façade intact. The interior is intimate, with a few tables, probably offering enough space for ten guests. There are easy chairs, many «green» products for sale on some wall-​shelving, and a prime spot to watch foot traffic pass by through a square plate-​glass window.
Café el Mar offers a wide selection of bagged teas to either drink in-​store or take home. There are a couple of fair-​trade coffees you can buy by the quarter-​kilo, which run less than four euros each. Of the fresh produce for sale, ginger looks the best each time I go in.
As nearly as I can tell, there are no other boutique coffee shops like this one in the vicinity of the Plaza de Lavapies. Certainly there aren’t any which capture the essence of the «local coffee shop» better than Café el Mar.

Licuados verdes, energéticos, protéicos…
Zumos recién hechos, batidos…
Picoteo rico,
Tartas Veganas y crudiveganas…
Mucha luz,
ambiente familiar
Fruta ecológica al kilo
¿Qué más se puede pedir?
La atención fue exquisita!
Gracias por hacernos pasar un momento tan agradable!
Andrea Balt y Liv Peicanni volverán aquí!

Sabía que este sitio me encantaría. Que más tarde o más temprano acabaría entrando. Conocía ya el espacio con otro traje, cuando fue la tienda de bicicletas Fixi Dixi. La tienda bajó un piñon, se mudó dos números más arriba, y en su lugar se ubicó este café-​tienda bioverde.
Lo que me atrajo la primera vez que pasé por el local, aún como Fixi Dixi, fue la fachada de cerámica de la antigua peluqueria que en su día albergó. Muy fallera, de tonos amarillos.
Ya como tienda bioverde me acercaba a mirar por las cristaleras. Frutas, verduras ecológicas, tres, cuatro mesitas, todo muy cuco. Pero aún no encontraba el momento. No suelo tomarme zumos ni cafés ni experimentar con distintas modalidades de tés. Tampoco estoy en una época de ponerme intenso alrededor de una taza de café con un amig@, ni de compartir mi último descubrimiento literario. Tendría que esperar.
Y llegó el día. Me dirigía con mi bici a Fixi Dixi a buscar un soporte para guardar el candado de la bici que aún llevó atravesado en el manillar. Al pasar por delante de la tienda vi una mesita azul con dos sillas blancas en el exterior. Además salía un olor dulzón que no pude resistir. Candé la máquina y entré. El camarero argentino ya me dio buen rollo. Las tartas terminaron de conquistarme. Soy un golosón. Pedí un trozo de una de dulce de leche y otra de chocolate. Con el café, me saqué las tartas fuera. No hay nada como comer en la calle, viendo pasar fauna.
¿ Y si no me gustan las tartas? Os recomiendo los zumos, eliges las frutas y te los hacen en directo. Esta tienda es muy de elegir. Las infusiones están colocadas en un estante y debes optar por tu preferida, abrir el bote y escoger la bolsita.
¿Y tiene wifi? Tú mejor no vayas.

No tengo palabras, me enloquece este lugar. Por qué?
Pues porque es íntimo a la vez que abierto a la vida.
Si te sientas al lado de la ventana, te olvidas de los problemas mientras degustas un exquisito licuado lleno de vitaminas y en mi caso mientras leo un libro, puedo estar bastante tiempo, simplemente saboreando el «dolce far niente».
Cada asiento es diferente, el sillón del fondo comodísimo.
Muy mono todo.
Buen rollito.
Los desayunos son también deliciosos, un pelín carillos, pero bueno…
Recomendable al máximo.

Me encantó la pizarra de las trece sugerencias para entretenerte mientras esperas. Una de ellas era pensar (muy recomendable de vez en cuando) y otra ligar, mi favorita personal. ¿Hay algo mejor en el mundo que ligar? No, de verdad: aumenta la producción de feromonas, la autoestima, la cantidad de adrenalina en sangre, te pone de buen humor… ¿Por qué no ligamos más? Debería recetarlo el médico, seguro que se nos quitan gran parte de nuestros males.
Y digo que son muy útiles las recomendaciones porque a veces toca esperar un poquito. Es lo que tiene llevar una tiendita biológica y ecológica y un café al tiempo, en el que se hacen batidos, zumos y licuados directamente de la fruta que se vende. La cosa funciona así: eliges los sabores, las frutas, la chica te los pesa, le añade unos céntimos y te tomas el batido. Una curiosidad bastante guay que merece la pena probar, porque te va a sorprender. Lo único que le falta a los licuados es estar un poco más fríos, sobre todo cuando llegan los rigores del verano.
Por lo demás, magnífica banda sonora (la de ‘Amelie’, en nuestro caso); magnífica decoración y unos productos interesantísimos: desde leche de arroz hasta pan de centeno. Compré una de cada, y el pan de centeno, aunque parecía que estaba duro, para nada: por dentro estaba tierno y delicioso y me duró sin ponerse duro ni nada casi una semana y pico.
Súper recomendable.

Que bonito es este local y que tranquilidad se respira y se escucha.
Tienda verde con productos frescos directamente de la huerta, pan (por encargo) y huevos.
Además es un buen sitio donde tomarte un zumo o batido de fruta recien licuada. Tu eliges las frutas, te las pesan y por cero setenta y cinco te añaden tu leche favorita, soja, arroz, avena, etc.
El chico que atendía aquel día majísimo. Estuve cotilleando los productos y los precios de la tienda, son más razonables que los de ecocentro, y similares a los de otras tiendas.

Local acogedor y bien chulo en la misma Embajadores. La idea del Batido O Licuado o Smoothie a demanda es muy original, ya que el género tiene muy buena pinta, y hace que se te antoje todo…
Podría ser perfectamente la cocina de tu casa, con la batidora, la nevera, las jarritas colgadas…
Nos dejamos aconsejar y tomamos un Licuado de tomate y sandía, muy original. Lo que ocurrió es que venía con un par de hielos que se deshicieron antes de que casi pudiésemos probarlos. Yo pedí otro par, pero hay que reconocer que tenía que haber estado más fresquito, el licuado, Y LA TARDE!
Incluso la persona que atiende el local estaba a punto de derretirse!
Curiosa la tiendita del fondo del local.

A la derecha una gran pizarra con 13 sugerencias escritas en tiza para practicar mientras esperas tu turno, con algunas recetas, con una bicicleta explicando que los envíos se realizan todos en bicilceta, porque te lo llevan a casa y los productos son ecológicos y de temporada y casi siempre de la zona. Curiosa es la «banda sonora» del local: grillos, ruidos de aire entre los árboles, silencio y pajaritos en la lejanía, grillos de nuevo, grillos cantando todo el rato.
Sé que la reforma del local también la llevaron a cabo personas del propio barrio del Lavapiés y que para ello utilizaron materiales de reciclaje y encalado (nada de pinturas plásticas). Un especio que respira conciencia social, conciencia de la propia respiración y respeto por la naturaleza.
Curiosa es la forma que tienen de cobrar los batidos: escoges la fruta, te la pesan y a ello le añades 75 céntimos. La leche puede ser de arroz, de avena…
Qué alegría me llevé al comprobar que, por fin, alguien ha abierto un espacio maravilloso y que verdaderamente merece la pena en este trozo de fachada histórica cuyo azulejerío está protegido por Patrimonio.
Dos locales en uno: por un lado está la cafetería El Mar y por el otro, la tiendita EnBIO verde. Cinco estrellas como cinco soles.