Bar de combate puro y duro cerca del Madrid Río y con una terraza muy agradable en la que repostar o echar las noches de verano hasta que te eche la Policía Municipal llamada por los vecinos. Precio bastante barato, aperitivos abundantes a base de congelados metidos en freidora y de patatas fritas de bolsa, y un servicio bastante correcto son los pilares sobre los que asienta su negocio.