Tienda bien situada en Madrid. Muy cerca de la Plaza Mayor.
Principalmente se dedican a la venta de monedas pero también tienen material para otro tipo de coleccionistas.
Hay una gran variedad de monedas, de todos los periodos y para toda clase de presupuestos, con una excelente relación calidad-precio.
Ya les he comprado varias veces, tanto en persona como online (muy rápidos) y siempre he quedado satisfecho.
Recomiendo visitar la tienda porque el trato es cercano y atienden muy amablemente a cualquier consulta.
Lo dicho, si te gusta el coleccionismo, en particular el de monedas, esta es tu tienda.
Rocío M.
Classificação do local: 4 Madrid
Esta tienda posee monedas y objetos de colección, compran monedas de oro. He entrado por que había un cartel en el escaparate que indicaba que tenían monedas de Alejandro Magno. Ahora hay una exposición sobre el tio Alexander en el Canal de Isabel II y me he decidido a hacerle unas preguntillas a la señora que atiende esta tienda de monedas. La verdad es que ha sido muy educada, me ha mostrado la colección de monedas(los precios rondaban en torno a los 100e) A mi me ha gustado especialmente uno de los dracmas en el que se podía ver el pelo leonino del soberano. La pobre dependienta ha respondido a todas mis curiosidades, habían adquirido las monedas en subastas. Había libros interesantes sobre la historia a través de las monedas en diferentes reinados. No sé, a veces me sorprendo de lo que se puede aprender en pequeñas tiendas como esta. Esta ha sido mi experiencia, claro que no te puedo decir más por que no soy una entendida en Numismática ni buscaba nada en concreto, sólo curiosear :)
Óscar H.
Classificação do local: 4 Madrid
La dependienta es genial controla un montón. Entré a esta tienda de numismatica para comprar unas pesetas de plata. No soy coleccionista de monedas ni tampoco de sellos, por lo que no tengo ni idea del asunto, solamente quería comprarlas como regalo de boda para una de mis primas, sus arras! La historia es que tenía que comprar todavía 7, pues las anteriores las había comprado hacía un tiempo. La dependienta me recomendó que comprara unas baratas, porque eran para lo que eran, no tenía ni idea que una misma moneda podía tener un valor muy diferente dependiendo del año en que había sido acuñada, independientemente del desgaste. Me gusto mucho la conversación, y el rato agradable que pase con la señora. Compré finalmente las siete monedas y complete así la colección.