Entre las cosas que no sé cocinar se encuentra la paella. Mucha gente me ha dicho que no es nada complicado de hacer, pero nunca me acaban de convencer y, en un arranque de orgullo, siempre le acabo echando la culpa a la vitrocerámica. Puede que sea por esta torpeza por lo que me maravillen los arroces y procuro ir a comerlos fuera. En esta ocasión elegimos el Nuevo Gerardo. Teníamos un hambre voraz y pedimos cazón y coquinas de primero y un arroz a banda como plato principal. No contentos con eso, pedimos unas filloas y así prepararnos para una gran siesta invernal. Fue un poco excesivo, pero esto es un problema con el que me enfrento a diario, así que no haré mucho más hincapié. La sensación general fue bastante buena: el rebozado del cazón era especialmente fino y delicioso y el arroz estaba en su punto. Nos sirvieron un aperitivo con almendras antes de empezar y unos pastelitos de coco al final, típico servicio que, aunque esté incluido, me gusta. El defecto que le vi a todos los platos, eso sí, es que estaban un poco salados. En especial las coquinas que, a pesar de ser de buena calidad, tenían sal en exceso. Bien es cierto que cocino tirando a soso, pero creo que cualquiera encontraría cierto lo que digo. El arroz también se pasaba un punto en lo sabroso pero, como digo, la calidad de los productos es muy notable y confío en que la próxima vez el cocinero haya corregido ese defecto. El local está decorado al estilo marinero con aire añejo-casposo, con muebles en azul y dos pisos. En la pared de la escalera, un mural con dibujos de los diferentes pescados de las costas españolas, tengo que decir que muy ilustrativo.
Andres A.
Classificação do local: 5 Moralzarzal, Madrid
Por distintas razones he tenido la suerte de frecuentar este local en los últimos dos años. La atención es exquisita y amable, sencilla y con gracia, perfectamente orquestada por Antonio. Las comidas… efectivamente son dos mundos. Los arroces los dominan, y no fallan. Los mariscos… uno puede encontrar verdaderas delicias, sea una buena centolla, fresquísima y sabrosa, o un bogavante a la plancha, manjar de dioses… Rieguese con un buen vino y a disfrutar. Los precios de los arroces son competitivos y los del marisco más altos, aunque conectados con la gran calidad del producto. Espero volver a veros más pronto que tarde amigos…
Carmen P.
Classificação do local: 4 Madrid
Gerardo se renueva pero sigue con su misma calidad y exclusividad. En un ambiente entre marinero y campesino con mesas muy cuidadas, cuyos detalles olvidas en cuanto te traen tu arroz. Digo arroz además de por que es lo que yo probé, es por lo que se especializa este Restaurante que parece ideal para una comida familiar. He de decir que pese a que mi elección estaba genial, el resto de comensales se deshacía con una arroz con ali-oli. Motivo de sobra por el que tendremos que volver… No veo el momento de que llegue el Día de la Madre.
Paco P.
Classificação do local: 4 Madrid
Empezaron con el de Don Ramón de la Cruz y luego abrieron este, mucho más grande y decorado al estilo marinero. Sólo te falta escuchar el ruido de las gaviotas mientras que, sentado en uno de sus salones, degustas uno de sus estupendos arroces o mariscos que atraían a menudo a, entre otros, Labordeta. Lástima que sea un capricho de esos que uno no se puede permitir a menudo.