Me encanta esta tienda que tan escondida está y tan desapercibida pasa a pesar de que no podría estar en una zona más comercial. Es una joya en bruto a la que podría sacársele mucho provecho, pero, no pasa nada, que siga siendo un secreto… Aquí todo lo que venden es «vintage», todo: placas metálicas con publicidad, termómetros, cajas de galletas, láminas…, e incluso bolsos y camisetas, ya sea con un estampado Vespa o con uno de Tintín. Una pasada de tienda donde vas a querer comprártelo todo. La última vez que pasé por aquí también tenían fundas para el tabaco de liar, preparadas para vaciar el contenido dentro directamente, y con unos estampados chulísimos. Compres lo que compres, acertarás, y está bastante bien de precio. Además, si te pasas, te echarás unas risas viendo el puesto que hay justo enfrente, en el que un vejete vende«parafernalia rancio-españolil». Por cierto, hay que bajar unas escaleras para acceder a la tienda, por eso en la foto no se ve la fachada.