Típica reunión a las 10.30 de la mañana en uno de los edificios de alrededor. Y yo que llego allí, echo un vistazo alrededor y me pongo a temblar: ¡pero si esto es un páramo! ¡Hemos llegado con 45 minutos de antelación y aquí no hay ni un triste sitio donde llevarse un café a la boca! ERROR. Sí lo hay, y se trata de esta pequeña cafetería con un nombre bastante feo(para mi gusto). Ideal para esas tradiciones tan recomendables(y que no deberíamos perder, siempre que se hagan con cabeza) de bajarse al bar a las 11 a tomar un cafecito con los amigos y engañar al estómago con un pinchito de tortilla. Para mi sorpresa, también cuentan con un menú del día(aunque no recuerdo los precios, pero sí recuerdo que tenían bastante opciones de primeros y segundos). El ambiente muy bueno: cuando llegamos nosotros estaba bastante tranquilita. Tienen periódicos y tenían las noticias puestas(las de Telemadrid, ojo).