Minchu

Fuimos a comer y nada especial la comida. El tartar de salmón nos salió un pelo. Al comentarle al «gerente», el sin revisar el plato y comprobar que el pelo se notaba venia desde la cocina nos culpo a nosotros que habíamos puesto el pelo ahí. Me pareció de mal gusto la respuesta y mal servicio por parte de él. El resto de los meseros bien.

Menú diario a 11,50 un tanto escaso, no apto para buenos estómagos, tres primeros y tres segundos para elegir, pan, bebida y postre.
A los camareros parece que les cueste sacar una sonrisa hasta límites insospechados. Y una cosa que no me gusta nada es que traigan platos a unos comensales y tarden la vida en traer el resto, así cuando te pones a comerlo el plato está congelado.

Esta mañana me he metido por casualidad para un café rápido. Había visto este sitio por fuera alguna vez y nunca me había llamado la atención, hoy he ido por eliminación, era el que me pillaba más cerca :)
Al entrar me he llevado una grata sorpresa. Tiene una decoración sutil y moderna muy agradable (mucha madera, eso da calorcito!). Mobiliario cuidado de diseño, la barra cómoda y en el interior un centro circular con todo tipo de bebidas (más tarde vi que funciona también como afterwork, las bebidas de marca lo delatan).
Pues bien, me he pedido un café con leche (no tienen desnatada pero en fin, estaba también muy rico), con un pincho de tortilla, que era de tamaño pequeño y de tortilla finita, no de las goditas esponjosas. La verdad es que estaba un poco seca, la pinta prometía más… Pero el resto de cosas expuestas en barra y carta que he cotilleado, parecían estar bien.
Pues en un sitio con tan buena presentación del producto, con un servicio tan bueno y majo, con un mobiliario moderno y acogedor y con un café tannnn rico, me ha fastidiado el momento «la cuenta cuando pueda, por favor». Me parece una barbaridad cobrar 4,20 por un pincho, no sólo porque estuviera seco, que podría ser un mal día, sino porque la porción era pequeña y tortilla fina, un suspiropincho! y por el café 1,60… En fin.
Yo entiendo que lo bueno tiene un precio y si lo quieres lo pagas y chimpún. Y sabes que si te pides ostras de aperitivo, no vas a pagar 2 €, y si vas a Martín Berasategui a comer, no será un menú de 12 €, o si entras en el Urban a tomarte una caña, te van cobrar la caña y la pose, pero esto no es un pincho exquisito, ni una materia prima recóndita, ni una localización con vistas a la Plaza Mayor, ni, ni, ni… no tiene sentido que un pincho de tortilla y un café me haya costado 1.000 pesetas! si, pesetas, que cuando lo decimos en Euros no parece tanto pero lo es.
Eso si, he leído algunos comentarios y parece que el sitio está bien. Yo sólo puedo opinar sobre un café y un pincho y por esto tampoco se puede juzgar un restaurante, pero es que me ha parecido abusivo. No se si iré a comer, pero a por un pincho seguro que no.
Insisto, el café muy rico :)
Precio: lo dicho, los pinchos caros, el resto, por los comentarios que he leído, parece más normal.
Vestimenta: nada especial.

Tienen menú completo por 11’50 € y no os dejéis intimidar por el precio o la palabra menú, que no significan que sea un menú chungo, de echo es bastante bueno. Ademas cuentan con un buen servicio que nos hizo sentir la mar de cómodos, una pena que por sentarnos en la terraza nos cobraran un 10% extra, pues se cargo un poco una experiencia redonda.
Pero es que comer dentro puede ser una opción peligrosa, pues en cuanto empieza a llenarse ya tienes que empezar a hablar a gritos con el comensal que tengas enfrente, y en uno de esos gritos se te puede escapar un trozo de croqueta, de las albóndigas de espinacas (Con crema de piquillo, que tengo que hacer en casa) o de su estupenda ensalada de queso de cabra (Con el queso pasadito un poco por la plancha para que no se convierta en un bocado pastoso)
Aunque lo malo es que no llega realmente a gustar por completo, es como si a a comida le faltase algo y no supiésemos muy bien que es.
Hemos oído hablar de sus hamburguesitas, sobre todo nos han aconsejado la de pollo al curry (Aunque se de buena tinta que no me va a gustar por que odio el curry tanto como amo el picante)

Fui a comer con mis compañeros de empresa y comimos un montón de pinchos que estaban de vicio.
Nos pusieron muchas clases de pinchos para compartir, recuerdo con «especial cariño» uno de queso de cabra con cebolla caramelizada.
Y los postres de lujo también… nos pusieron un helado de chocolate blanco que quitaba el hipo, tarta de manzana…
Nos pusieron en un salón para nosotros solos (éramos unos 12) en la parte de abajo del restaurante, estuvimos muy cómodos.

Un buen sitio para cenar de pinchos, fuimos a cenar 3 personas y tienen gran variedad de pinchos para elegir. Yo recomiendo las croquetas para ir empezando y sobretodo le doy una nota muy buena a la tarta queso con chocolate blanco. En relación calidad/​precio está bastante bien, cenamos por unos ¹⁸⁄₂₀ € por persona.