Miau

I’ve never eaten a proper meal at Miau, lunch or dinner that is. But I’ve had the pleasure of having la marienda (afternoon snack) here twice.
I’ve only had the Spanish basics at Miau: patatas bravas, pimientos de padron, tortilla, potato salad, croquettes, iberico, etc. But everything was very well done. I especially like the white aoili they do with the patatas brava. They have the traditional red sauce, too, but the white is outstanding.
Service is prompt which isn’t always the case with the plaza tables. Servers are friendly. And the prices are quite reasonable.
It’s in the Plaza Santa Anna, a truly lovely spot on the way too/​back from the Prado and Thyssen. There are few better places that I can think of to while away an hour or two with friends and a glass of wine.
Since these are must see destinations in Madrid, I would call this a must-​do siesta stopover. I would bet it’s a great meal spot too.

Bön restaurant sur la place mythique de santa ana.
Tapas à tomber par terre
Endroit cosmopolite et plein de vie.

Miau was recommended to me by one of my colleagues. «Great tapas and great drinks,» she said. So I stopped in with a friend of mine and we snagged a seat at the bar. It was a Saturday night and the place was rather busy but the bartenders still managed to give pretty decent service. They have a full bar and variety of brews and tapas that will please any palate. Although busy, I could still manage to have a great experience with my friend munching on tapas and having a few brews. I’m sure I’ll be back.

Cuando se es más joven se contempla, al pasar en dirección a lugares más tralleros, a la gente que come junto a sus ventanales. Y la verdad es que uno no se plantea entrar porque el sitio pertenece a un hotel y asumes que por esa circunstancia será más caro que otros. Si además se encuentra en la turística Plaza de Santa Ana se confirmaba nuestro recelo.
Sin embargo, uno crece a su pesar y se atreve a otras cosas menos ruidosas. Así hicimos con unas tapas en este sitio como onomatopeya gatuna que parece venir dada por la novela galdosiana y no por la marca de conservas. Sus huevos rotos, croquetas y calamares no hicieron justicia a la mala fama de los negocios plagados de visitantes que hablan otros idiomas. En verano plantan terraza.

Hace poco vinieron unas amigas del Sur y salimos con ellas por esta zona. Empezamos la noche tomando unas cañas en la Plaza de Santa Ana y descubrimos este sitio, el último en sumarse a la fila de bares y cervecerías con terraza de este lateral de la plaza. Entramos y nos tomamos un par de rondas y, la verdad, me sorprendió mucho tanto la calidad de las cañas, muy bien tiradas, como la de las tapas que nos pusieron para acompañar. Me fijé en la gente que comía en las mesas junto a las ventanas y vi que toda la comida tenía una pinta espectacular. El otro día volví a pasar por delante y fue cuando me di cuenta de que junto al restaurante que hace esquina con la plaza hay un hotel con el mismo nombre. Se ve que este gato se esá haciendo de oro porque se ha hecho con este impresionante edificio del siglo XIX, creo que con esta calidad puede pegar un buen arañazo a la competencia…

Está situado en uno de los sitios más maravillosos de Madrid, para mi gusto, la Plaza de Santa Ana.
Tiene terraza, por lo que cuando sale el sol puedes disfrutar de ésta agradable estancia comiendo bien y viendo a la gente pasar.
El solomillo con salsa de boletus estaba espectacular…
Muy recomendable también para tomar unas cañas.