Una peluquería en el barrio que es más que una peluquería de barrio. La decoración ya dice mucho, muy moderna y muy chula. Tiene espacios diferenciados para cada actividad: uno para tratamientos técnicos, como color y demás; otro para cortar; y otro para secar y peinar, que es el mismo que el que utilizan para el ritual de bienvenida, que combina un pequeño masaje con aromaterapia. Las chicas, y chicos, que también hay alguno, son súper amables. Están muy atentos a lo que quieres y ponen mucho cuidado en su trabajo. Tienen detalles como ofrecerte algo de beber, un té por ejemplo, mientras esperas a que termine el tratamiento. Es una peluquería femenina, los chicos tienen que irse a otras de la cadena, creo que la masculina más cercana está en Castellana. Eso sí, cortan a los peques, y con bastante paciencia y mano izquierda, que con ellos siempre hace falta.