Mi visita a este lugar se debió a una cata de vinos a la cual fui invitada, el local es muy amplio y tiene un par de zonas que pese a no estar realmente separadas del resto dan impresión de estarlo, nosotros estuvimos en la parte de arriba del todo(hay como una especie de entreplanta) la cual es muy agradable y perfecta para eventos. Probamos una cantidad de vinos bastante amplia y de tapas de la casa, no todos los vinos catados los tienen siempre pero sin duda tienen muchos vinos a unos precios bastante buenos y unas tapas con una pinta espectacular, además el trato es muy cuidado. El dueño es un auténtico cocinitas y le gusta mucho innovar y hacer pruebas(y desastres en alguna ocasión, gajes del oficio), nos sacó un carpaccio elaborado allí cortado como si fuera pescado que estaba delicioso y ultra sabroso además de lo probado en la cata. Foie, huevo a baja temperatura con bacalao, brochetas de pulpo, gambas y patata en dos cocciones, una impresionante albóndiga de ternera y cerdo, wonton de rabo de toro con setas… El lugar es muy agradable, la carta tiene pintaza, los dobles de Mahou cuestan 2,5 €, estoy buscando el momento de volver que no será muy lejano pues me ha picado mucho la curiosidad, y si sois curiosos descubriréis muchas cosas más sobre el sitio que de momento no os voy a contar.