Mercato Ballaró

Vuelvo a tener una opinión diferente a la mayoría con este restaurante. Teníamos muchísimas ganas de probarlo porque nos habían hablado muy bien de él. Comimos abajo para poder probar más cosas. Pedimos unas sardinas rellenas, un mixto de fritura (no recuerdo el nombre) y un especial del día que llevaba tres preparaciones de atún. Bien es verdad que debo volver a probar pasta, pero menuda decepción. Ningún plato estaba a la altura, ni siquiera el atún, extremadamente caro y bastante mediocre en cuanto al producto en sí. Lo mejor con mucha diferencia fueron los postres. Una panna cotta muy buena y unos cannolis excelentes.

Sin duda, hay que probarlo!

El sitio es súper agradable y los camareros muy amables. La carta tiene mucha variedad y es difícil escoger algo porque todo parece delicioso :)
Ahora bien, tienen dos partes en el restaurante: la planta superior y la parte de abajo (supongo que aquí también cuenta la terraza). La parte de abajo tiene unos platos «extra» que no están en la planta superior. Se trata de medias raciones (o medios platos) y resulta perfecto si quieres probar varias cosas.
Por supuesto, fuimos a la parte de abajo. ¿Qué te puedo decir? Cuando te dicen que tienen algo extra en la carta, simplemente no puedes resistirte: D. Ese día probé varias cosas porque fui con un amigo, a quien le ENCANTA comer, y aprovechando las medias raciones probamos varias cosas.
Recomiendo ampliamente el Rissotto con setas de temporada. En realidad no tienen un listado con los arroces en la carta porque van variando según la época. Debes preguntar al camarero.
El postre, compartido porque no podía comer más, fue una riquísima tarta de chocolate: D

Delicious! Best Italian in Madrid!

Hay polémica con este restaurante. Voy a poner término medio. Efectivamente, Italia, como España, es un país variado. No es lo mismo el norte que el sur. Ni por economía, ni por paisaje, ni por carácter.
Y, por supuesto, no es lo mismo Italia que Sicilia o Córcega. Creo que ni se te ocurra decírselo a una oriunda de allí, te reirás de vascos y catalanes.
La gastronomia es muy distinta también. Pero yo recomiendo que probéis la auténtica Sicilia. Y este sitio, tiene mucho de ella. No vais a encontraros un «spaghettini» al uso, ya aviso, pero merece la pena.

Yo sin embargo rompo tres lanzas a su favor. Este es, un restaurante siciliano, no italiano, y la cocina siciliana es una mezcla de Italia, África, Turquía y del resto de la zona mediterránea.
El chef, Angelo Marino, es un sibarita en todos los aspectos, y se hace traer las mejores materias primas. Yo particularmente no apoyo la nouvelle cuisine, ni las cosas demasiado elaboradas, pero no creo que sea el caso.
Los vinos que tienen, son insuperables, contando con una selección alucinante de vinos tintos de uva nero d’avola, la autóctona siciliana, de tierra volcánica y sabor espectacular.
La famosa Taverna Siciliana (que cerró hace un año aproximadamente) y La Tavernetta de la Taverna siciliana (que sigue en activo), son y eran ambas dos de Angelo también.
Los camareros Branko y Rosaria, son de lo mejorcito.
Yo, la verdad, lo recomiendo bastante bastante.

Me encantan los restaurantes italianos, por eso en cuanto tengo ocasión intento buscar alguno nuevo para probar. Un sábado coincidí con unos amigos que me recomendaron la taberna siciliana pero ese restaurante desapareció y en su lugar pusieron este. La verdad es que desde fuera no tenía mala pinta.
Este restaurante cuenta con dos plantas, la que está a pie de calle tiene la carta expuesta en una pizarra y cuenta con una barra y mesas altas. En la planta de arriba está el restaurante como tal, más espacioso y «supuestamente» más tranquilo.
Nos decidimos por comer en la planta de arriba y la verdad es que nos llevamos la sorpresa en cuanto al servicio, muy lento y con bastante ruido como para mantener una conversación.
En cuanto a la comida, he de decir que nos quedamos con hambre, los platos a elegir eran escasos, la presentación dejaba bastante que desear y la cantidad más todavía. Incluso el pan, parece que te lo racionan y todo.
No se como será la planta de abajo en cuanto a comidas, pero si es como la del restaurante deja bastante que desear. Cuando cambien la carta o pongan más cantidad a lo mejor me animo a volver, pero por ahora creo que he tenido suficiente.