Suelo comprar flores para decorar la casa; en especial Margaritas blancas y Narcisos si es época. Por lo general, en los diversos puestos que hay distribuidos por esta maltratada Plaza de Tirso de Molina, la oferta es amplia. Pequeños ramos a 3 €, otros más grandes a 7 € y luego un surtido de plantas y cactus. Los precios suelen ser un poco más bajos que en cualquier floristería, pero está claro que al estar las plantas en la calle y no en cámaras frigoríficas, el estado de estas no es tan bueno. Yo antes de comprar, suelo pasar por cada uno de los puestos, no siempre tienen lo mismo. Y en ocasiones puedes encontrarte que al mismo precio el ramo en un puesto es un poquitín más grande que en otro. A mí me gustaría que el mercado ocupara toda la plaza y no se viera tan arrinconado y disperso como está ahora.
Dany L.
Classificação do local: 5 Madrid
Uno de mis rincones favoritos de Madrid. El mercado de las flores de Tirso de Molina es un sitio donde suelo comprar muy a menudo porque me encanta regalar flores a mi madre. Por muy poco dinero puedes llevarte ramos muy bonitos, y que harán las delicias de cualquier mujer. No tienen gran variedad de flores y plantas(rosas, claveles, margaritas, liliums…) y todos los puestos tienen siempre lo mismo, pero no por ello lo hace menos atractivo a la vista. Y aunque no vayas a comprar pásate un día por sus puestos y disfruta del colorido y olores que tiñen la plaza.
Óscar H.
Classificação do local: 5 Madrid
El Mercado de las flores de Tirso de Molina está abierto mientras hay luz natural, por lo que en verano facilmente algunos de sus puestos están abiertos a las diez de la noche. Aunque no tienen na gran diversidad de flores cortadas ni tampoco de plantas, dan gran colorido y alegria a esta plaza tan«de Madrid». Claveles, lilium, rosas, margaritas, y nardos, son las principales flores cortadas que puedes adquirir. Mejor llevarlas sueltas que comprarlas en ramo. En plantas tampoco tienen gran variedad, plantas de dinero, potos, colios, bulbosas(narcisos, jacintos, tulipanes), algun pseudobonsai(ficus) y algunas cactaceas. Las personas que las llevan son mayoritariamente latinas y son todas superamables.
Daniel H.
Classificação do local: 4 Madrid
Cuando voy a trabajar por las mañanas he de atravesar la Plaza de Tirso de Molina(a la vuelta también, pero no es tan anecdótico). La cuestión es que justo a esa hora es cuando empiezan a abrirse los cubos como naves extraterrestres pero en vez de bichos verdes salen brotes verdes y flores de todos los colores mientras que de manera cuca ordenan las flores y las plantas frente a cada uno de los cubos(cerrados son muy antiestéticos, por cierto): Sin duda le dan un aspecto curioso a la plaza. Como no puede ser de otro modo cuando hemos necesitado flores y plantas para casa o para regalar(lo último un cactus con una flor preciosísima para un amigo que estrenaba casa) siempre es nuestra primera, más bien única opción porque está a 500 metros de nuestro humilde hogar.
Irina P.
Classificação do local: 3 Madrid
Mira. No sé muy bien si me ha gustado en qué han convertido la plaza. Bueno, esta y todas las de Madrid. No quiero hacer un alegato sobre lo de poner bancos«monoplaza», y todo de cemento… En fin. Que aquí han hecho unos cubos, que si los ves cerrados, dices: «Quién habrá diseñado esto, por favor, será una salida de humos, o qué». Pues no. Son«puestos de flores». Que se abren con un sonido rechinoso, y quedan algo más bonitos cuando ponen todos los frutos del campo. Los precios, muy buenos. Rosas, por un euro. Y «bouquet» también muy baratos y muy bien montados. Suelen estar bastante tiempo abiertos. Podéis pasaros, que seguro encontráis algo…
Alberto P.
Classificação do local: 4 Madrid
Cuando los puestos de flores están cerrados me horroriza la estética en forma de cubo de los habitáculos donde los vendedores guardan los ramos, parecen viejas pantallas de televisores. Pero cuando abren una de sus caras y sacan las flores a la plaza, es otra cosa. El colorido llega a la plaza, que si no fuese por el mercado, sólo sería una masa de cemento. Os recomiendo el último puesto de la plaza, el de Nancy, junto al teatro. Es muy agradable. Yo le compro lirios a menudo. Me los engalana siempre con cariño, no olvida nunca ponerme su cordoncito.