Malayerba

Descubrí este sitio gracias Unilocal y en concreto a Lolo y solo tengo palabras de agradecimiento.
Yo pasaba por una época mala con el pelo jeje, no me acababa de gustar como mi peluquero de siempre me cortaba el pelo, pero me daba miedo buscarme otro peluquero porque era como ponerle los cuernos.
A principios de este año me dejé crecer la barba y ya como excusa aproveché para ir a una ‘B’erdadera Barbería! :) Y qué maravilla!
El trato es excepcional, la amabilidad del personal, y sobre todo el cuidado y mimo en todos los productos que usan.
Además algo que para mí es primordial, es que tu peluquero te aconseje que corte de pelo te quedaría bien por tu pelo y tu tamaño de cabeza (tengo buena almendra) pero siempre dejándose guiar por las aclaraciones del cliente.
Una vez que probé acabé tan satisfecho del resultado que ya no he podido cambiar. Quizás el único detalle que no me gusta es que tardan mucho en darte cita, y mucho me refiero a incluso dos semanas para poder cortarte el pelo y la barba el mismo día. Pero bueno ahora me he acostumbrado y planifico mis citas con mucha antelación.
Viva el rollo hipster :)

En Madrid necesitábamos un sitio como Malayerba. Una barbería que aúna la estética tradicional de este tipo de negocios con un trabajo a la altura de las mejores barberías europeas.
El local les ha quedado de maravilla, bonito y muy logrado, las paredes con azulejo blanco, todos los muebles de madera y mármol, la decoración muy bien elegida, sillones de barbero antiguos, lámparas chulísimas.
Una vez dentro se respira muy buen ambiente, música bien elegida, conversaciones distendidas, consejos sobre peinado, afeitado y cuidado de barbas, y a veces hasta una bebida mientras esperas tu turno.
El trato por parte de los tres barberos que trabajan actualmente en Malayerba es muy atento y profesional. Yo he ido dos veces, una para afeitarme y otra para cortarme el pelo, las dos he salido contentísimo tanto con el trato recibido como con el resultado.
En cuanto al afeitado, no falta ningún detalle del ritual del afeitado tradicional, empezando por las toallas calientes y terminando por la loción bien masajeada. Los productos que usan son de muy buena calidad y la técnica de los barberos intachable. Fui a afeitarme con un amigo y a los dos nos hicieron un afeitado apuradísimo y muy suave, sin nada de irritación ni sensaciones molestas.
En cuanto al corte de pelo, tienen en cuenta en todo momento lo que tú quieres, te sugieren cosas que pueden encajar y al final consiguen un corte de pelo que se adapta a lo que tú querías (esto es importante, en muchos sitios te hacen algo que te puede quedar bien pero no es lo que tú quieres), pero con alguna mejora y un toque muy profesional.

Descubrí esta barbería por casualidad este verano cuando me puse a buscar por internet un sitio donde arreglarme la barba, que después de dejarla crecer unos meses, empezaba a estar ya un poco descontrolada. Y menudo descubrimiento.
Estéticamente el local es una pasada, ambientada al más puro estilo de las barberías antiguas, está cuidado hasta el más mínimo detalle. Dispone de dos sillas para atender a dos personas simultáneamente y un lavacabezas. Tanto si vas a cortarte el pelo, como a afeitarte o arreglarte la barba, el servicio es perfecto, asesorándote sobre el tipo de corte que mejor te va, así como sobre los cuidados necesarios para el cabello. Los productos que utilizan son de muy buena calidad. Yo utilizo su tratamiento anticaída, la cera para el cabello y el elixir para la barba y estoy muy satisfecho con los resultados.
Otra de las ventajas es que ofrecen bonos para afeitado/​arreglo de barba de 4 servicios por 35 euros, por lo que ya no hay excusa para llevar la barba desarreglada
100% recomendado.

Buscando un regalo original para un amigo, se me ocurrió obsequiarle un afeitado «de luxe», y averiguando con gente de confianza me enviaron a este sitio.
Llamé por teléfono para preguntar si hacian ese tipo de cosas (cheque regalo), y la persona que me atendió me lo confirmó de una manera muy amable y sin escatimar en explicaciones a mis dudas: precios, condiciones, etc.
Acudí al otro dia a buscarlo, y grande fué mi sorpresa, cuando entré a aquel local decorado como en los años veinte: colores ocres y sepia, botes de cristal antiguos, etiquetas indentificativas amarillas, hasta las sillas donde se afeita eran de esa época.
Alli pregunté por la persona que me atendió telefónicamente (no recuerdo el nombre) y apareció enseguida. Me dio una tarjeta del local con un diseño muy original: dos navajas de barbero cruzadas y explicando su valor (un afeitado).
El mismo se realiza a la vieja usanza: toallas calientes y aceites, toda una ceremonia!
A mi amigo le ha encantado el regalo, pero no se imagina lo que se va a encontrar…

No sé por dónde empezar. Bueno, sí, por el principio.
Como hombre que soy, me doy muy pocos caprichos estéticos, pero uno es inamovible: ir a la barbería una vez al mes. No lo cambio por nada, porque es más o menos una horita que estás tranquilo, que cuidan de ti, y que sales de ahí relajadísimo. Y sobre todo desde que me dejé crecer el pelo: tengo un cabello bastante rebelde, que hace lo que le da la gana y en quince días parezco El Rey León. Realmente, iría a la barbería una vez por semana si pudiera, pero el sueldo no me da.
Porque chicos, escuchadme: si no habéis ido nunca al barbero, no sabéis lo que es eso. Acercaos y probad una vez, que la cosa MERECE LA PENA.
Cuando me enteré de que Malayerba, una barbería old-​school había abierto en Malasaña, no veía el momento de probarla. Así que con mis vacaciones a la vuelta de la esquina, llamé para reservar un día. Y qué acierto.
Ya simplemente entrar es un placer, porque todos los detalles están cuidadísimos. El suelo, el mostrador, las lámparas, las sillas… Los barberos perfectamente vestidos, los dos iguales (qué acierto) y con su bata de trabajo preparada para ponerse al tema. Los baberos para cubrirte están personalizados con el nombre del establecimiento, y son bien buenos (eso se nota en la tela). Nada del plasticazo que te ponen en otros sitios, o de los baberos finitos por los que se cuela hasta el último pelo de tu cabeza.
La sesión empezó con un lavado, en el que me pusieron un par de productos que me dejaron obnubilado (un champú y un suavizante que me dejaron el pelo increíble). Luego fuimos a por el corte: yo enseñé una foto, charlamos un rato de las posibilidades (una cosa es que tú lleves un corte en la cabeza y otra es que el pelo que tienes en ese momento te lo acepte) y el barbero se puso al lío.
Qué maravilla cómo trabajan aquí, y hablo de los dos chicos que estaban en ese momento, que los vi trabajar a los dos. Se toman su tiempo, saben utilizar las herramientas perfectamente y se ocupan de dejarte fenomenal. Hasta me recomendaron una cera que me llevé y estoy absolutamente encantado con el resultado.
Y el afeitado, igual de bueno. La verdad es que salí encantado, y estoy seguro de que mi idilio con Malayerba no ha hecho más que empezar. Si quieres un corte o afeitado fino (como reza su eslógan) este es tu sitio.

Buenísimo el estilo de los peluqueros, súper recomendable. Agradables, muy buen servicio y muy buen precio