Esta tienda de patatas fritas, frutos secos y variantes, sobrevive en nuestra ciudad desde hace décadas. Ya no es lo que era, porque ya las patatas no las fríen en la misma tienda, y eso hace que haya perdido parte de su encanto. Eso sí, lo han sustituído por un infinito surtido de frutos secos y chucherías apilados en un mínimo espacio, todo con una pinta estupenda. Para los que tenemos a veces«mono» de kikos nos viene genial, y hasta encuentras chufas para hacer una estupenda horchata casera… Sigo pensando que deberían de volver las antiguas churrerías donde vendían las patatas cuando acababan con los churros, en cambio tenemos estas tiendas, que de una u otra marca siembran madrid, y que ya cuentan hasta con maquinitas donde tú mismo echas tus monedas y te cobras. Un poco absurdo, porque en este barrio la media de edad es bastante alta, y acaban las dependientas por echar ellas mismas el dinero por la ranura… Es franquicia de la marca Hnos. Ortiz Sanz.