Los Gatos

5 € for two beers or two wines. Free tapa for each round of drink ordered. Tapas are very basic (sausage & bread sticks or chips & bread sticks). Go here if you want to grab a few cheap drinks and don’t mind standing (they do have seats for those wanting to order food).

Bar de pintxos. Los pintxos son muy ricos, generosos y de calidad. No obstante cada pintxo cuesta 2,5 euros. De hecho, son más bien caros. Si a ello le sumas que la caña solo puede ser doble y que también cuesta 2,5 euros, pues ya vas viendo de que va el bar.
Para un día y un rato no está mal. Los pintxos son de pan, es decir, es un pedazo de pan con algo encima que puede ser roquefor, txaka, boquerones en vinagre, sardinas marinadas… Estos últimos, para mí, son los mejores. Pero ya os digo que por el precio, voy poco.
El bar es muy pequeño. En la puerta, puedes encontrar un par de barriles para tomarte algo a la fresca.
En cuanto a la decoración, está superchulo el techo imitando la Capilla Sixtina en versión Mahou, también cuenta con otras pinturas ilustres, pero me sobra la decoración con cabeza de toro y una virgen incluida.

Suggested by our guide Blanca. Very local and I loved it. 28 Euros had 2 beers, one glass of wine, 2 orders of olives, tomato salad and 2 tapas. More than enough for 2 people. Only a couple places to sit and those seats are converted kegs.

named Los Gatos (the cats) but they could as easily call it Los Toros (the bulls). They have a showcase with a matador costume and photos, and the walls are filled with several corrida-​related memorabilia. Definitely not the place for whoever is against this show!
Yes, it’s not superclean and yes, the service could seems rude, but it actually is just a place where you go there, try to speak your best spanish and enjoy quality food!
Try the oxtail, moist and perfectly cooked, you won’t be disappointed, and have a glass of vermu, at the counter or in the nice space they have behind.
Just a note: we came here in the early afternoon, as far as we saw from the outside the place could get quite crowded in the evening, be aware of it!

This place is disgusting. Typical tourist trap! We got sucked in the first night because we were starving. Bad service, rude and food was so gross we cooked at home the next night. For real tapas head over to cava Baja or cava alto.

«los gatos» actually translates to «cat» in english… funnily, there is a town named «los gatos» in california, not far from where i live, and i never knew that it meant a feline mammal.
after a long day of sightseeing and many hours on our feet, we were tired, and hungry. this place looked interesting, and the pintxos tapas that i could see from their window looked absolutely mouthwatering, so we decided to give it a try. it was still a little on the early side for dinner, a little after 2000, but this place was already pretty packed… to the point where all 8 or 10 chairs with cocktail-​sized tables were occupied with barely any space at the standing-​room only bar!
we waited just a few minutes, and another couple left the bar area, so we grabbed those two standing-​room spots, and started to order. granted my feet were aching to have a rest, my tummy was calling to be fed, asap! good thing all we had to do was point to what we wanted since all of the tapas were in the display case and the lady behind the counter did not speak a word of english. a few minutes after making our selections, our pintxos came to us, hot, with each piece looking quite big (or maybe it was the bread b/​c each piece of bread was honkin’ huge!)
i didn’t know it a few minutes ago, but i actually over-​ordered, b/​c i got full very quickly (again, i think it was the bread). i enjoyed my salmon, tuna, and veggie with cheese pintxos, and even though i was getting full, i didn’t want to waste, so i ate every last bite. after all, how often am i going to be able to enjoy authentic spanish tapas in madrid? hubby had his iberian ham tapas and potato salad as well as a glass of sangria. everything was quite tasty, and the bill was quite low, to boot, only € 20 (inclusive of taxes) for everything we ordered.
service could definitely use improvement, as the lady behind the counter definitely seemed like she was in a rush, and didn’t have much patience for us while we were pondering our choices. and it was very difficult to communicate with her since she didn’t speak any english. it was also very loud inside due to the sheer volume of customers.
but for the location, price, quality of food and drink, and the authenticity of this tapas bar, i still give it a solid rating and would likely return the next time i’m in madrid.

Fuimos con Madrid Food Tours. Es un sitio muy chulo y típico. Es verdad que es caro, pero eso viene con el barrio. El vermut de grifo es delicioso.

Don’t bother. Overpriced tapas that quite frankly were not very good.

Cuestiono, en mi modesta opinión, las condiciones higiénicas de Los Gatos. Hay quienes dicen que la cerveza está mejor, que sabe más, cuando se deja el grifo un tiempo sin limpiar. Yo no digo que sea mentira, pero a mi me da un poco de asquete. El sitio es pequeño para la cantidad de gente que alberga y huele fuertecito, así como ácido. El tránsito hace que el suelo esté perpetuamente sucio y tienen botes industriales de conservas en vinagreta abiertos per secula seculorum, así como si quisiesen extender el hedor hasta el último confín de la Tierra.
Las tapas están bastante bien, aunque no son gratuitas y están apiladas como cajas de zapatos en una fábrica de China. Así, es posible que al comerte una tosta de foie esta incluya la mayonesa de la vecina de arriba y la sobrasada de la de abajo.
Pero… ¿quién soy yo para desprestigiar un local con la trayectoria y el calado de Los Gatos? Pues nadie, y el bar seguirá poniéndose hasta las trancas finde sí y finde también. Pero conmigo que no cuenten.

Dicen los entendidos que en este bar limpian el caño de la cerveza dos veces por semana y que por eso es el mejor lugar de Madrid para tomarse una cervecita fresca, pero nunca he conseguido que me lo confirmen in situ, ahora, la cerveza está de muerte y la espumita de arriba puede cortarse con cuchillo y tenedor.
Aparte, las tostas invaden la barra y te seducen detrás de un cristal; están increíbles y son enormes, es imposible comer una sin que se caiga algo al suelo, y la decoración es chulísima, hay músicos de Nueva Orleans y hasta una Virgen que te bendice cuando vas a entrar al baño.
Un lugar que invita a ser visitado y en el que disfrutar de buenas tapas y una cerveza inmejorable.

Es un lugar conocido y reconocido, primero, y desde el punto de vista más turístico, por ubicarse en una derivada cercana a la ruta por los mejores museos madrileños y decorarse con material taurino enjundioso. Y después porque es cita ineludible si tienes déficit de cerveza y te encuentras por la zona.
La taberna del gato es una cervecería con el sabor de las reuniones más añejas, de las citas con cañas en las manos para debatir, de pie y entre carcajadas, sobre los partidos del fin de semana o la recién emitida homilía del cura, según se mire. Bajo generosas bandejas de aperitivos que circulan abriendo los apetitos que aún no han abierto las rondas de cervezas, su personal despacha con igual desparpajo a extranjeros que observan los estoques con admiración que a parroquianos a quienes saludan por sus nombres. Quien os escribe tuvo a mal acudir acompañado de alguien con paladar forjado en batallas sin alcohol y se atrevió a pedir, pobre, una cerveza con limón. Sin malgastar mirada alguna, el hiperactivo camarero no tuvo reparo en contestar a nuestro amigo: No alteramos el producto, campeón. Debéis saber que, con su respeto ganado, no es fácil abandonar el lugar por las buenas, porque quieres. Si te has tomado un par de cosas, su personal te invitará a una ronda más. Y si te vas porque necesitas hacerlo, nadie, y digo nadie, te evitará pegar un último y generoso trago de cerveza, invitación de la casa. One for the road!

Quizás Los Gatos, ha dejado de ser esa taberna entrañable donde me llevaba mi padre a tapear, donde me costaba elegir que tosta escoger porque las veía todas tan llenas que pensaba que todo se me iba a caer al suelo antes de que llegara a la boca. Recuerdo que me gustaba escoger la de cangrejo, casi no se veía el pan, y gastaba más de diez servilletas en conseguir no tener toda la cara manchada de mahonesa. Últimamente, mucha gente protesta porque no es lo que era antes, cobran más dinero, el servicio ha empeorado, aunque las tapas siguen teniendo la misma calidad. Yo creo, que al menos merece la pena visitarla y descubrir si sigue teniendo el mismo encanto que antaño.

No se puede decir que sea barato, pero es un buen sitio para ir con los amigos. Muy buena la ensalada de ventresca y la tabla de canapés.
Servicio bien, avisan si es demasiada cantidad. La decoración es pintoresca, pero tampoco chirría demasiado.
No sirven cafés ni postre.

Nos encontramos con un local de directo consumo, ideal para ir acompañado de un grupo de amigos, tanto de mañana para tomarse el aperitivo, como despues del trabajo como salir por la noche y recaer en este local para tomarse una primera copa.
Por la noche no podremos aprovecharla mucho puesto que el local cierra a la 1, eso si, se mantiene abierto desde doce horas antes.
Malo, que se encuentra muy lleno siempre, me refiero a horas tardias claro, al mediodia se puede disfrutar de unas cañas y unas tapas con bastante tranquilidad. Como tapas, me gustan los canapes que tienen, desde tipicos pates a unos muy buenos con salmon y otros con gambas que desde luego, daban solo ganas de pedir una cerveza para degustar otra tapa.
El local peca de ser un poco viejo, algo desatendido y pequeño. Esta decorado con motivos toteros y deportivos, como camisetas de baloncesto, ciclismo y cosas asi.
Lo mejor: para la primera copa
Lo peor: caro