Los Arrieros

Estuvimos de cena con una oferta por internet. Las raciones eran abundantes y de una calidad bastante buena. Pedí una ración de soldados de Pavía y era superabundante. También pedimos croquetas, entrecots, algún pescado y todo fue bien servido. Quizá me faltó un poco más de amabilidad en los camareros que eran algo siesos pero no llegaron a ser desagradables. Está en pleno centro turístico pero no es un restaurante de guiris.
De precio, algo elevado, pero con la oferta salía a unos 20 por cabeza.

Hemos celebrado aquí un cumpleaños familiar, y ese es precisamente el ambiente que nos hemos encontrado, a pesar de estar en una zona eminentemente guiri. Hemos salido a unos 30 por cabeza, pero las raciones eran muy abundantes y de gran calidad, y el menú cerrado para la celebración nos permitía coger cualquier primero y segundo de la carta, independientemente de su precio. Los platos no eran el colmo de la originalidad, se trata en base de cocina tradicional, pero merece la pena si no quieres innovar y quieres un trato excelente.

El mismo día que el Rey abdicaba de su trono, mi jefe y yo quedábamos para comer en un restaurante cercano a este que… dio la casualidad de que no estaba abierto. Menciono lo del Rey porque está muy cerca del Palacio Real.
Por tal de no buscar otro sitio, y que este estuviera también cerrado, terminamos recalando en este mismo, que estaba abierto, justo en frente y además tenía menú del día. Todo ventajas. Echamos un vistazo rápido a la carta, y vimos algunas cosas bien raras. Como por ejemplo que una de las cartas tuviera todavía una página con el menú de Navidad… del año 2012.
Pero al final a un restaurante se le juzga por su comida. Yo tomé el arroz negro, que estaba bastante decente y que llevaba una cantidad muy generosa de allioli (aunque a un lado por si acaso). Mi segundo plato, un flamenquín, no estaba tan bueno: prácticamente el sabor a queso ni se notaba, parecía (no puedo asegurar que lo fuera) pre-​hecho de algún modo, y en el proceso de freírlo se había llevado una buena cantidad de aceite, lo que lo hacía un poco pesado.
Para beber pedimos agua y nos trajeron jarra (me parece bien) y hay que decir que el sitio está reformado, así que aunque desde fuera parece un restaurante algo añejo, por dentro es un poco más modernete. El servicio bastante bueno, rápido y simpático, que es lo fundamental.

Este Restaurante está ubicado muy cerquita del Palacio Real, en una de las zonas más turísticas de la capital. Tiene una carta con una gran variedad de platos de comida tradicional castellana, muy bien elaborada, el trato del personal con los clientes es excelente y la calidad precio es razonable, sobre todo si piensas que estás comiendo buena comida y no chatarra. Pero por persona calcula unos 30, 35 euros por lo bajo.
La decoración del local es muy acogedora, muy elegante, nada que decir. Yo he ido en dos oportunidades y no me importaría repetir. En una de ellas, para el cumpleaños de una amiga, también tienen salones privados.
Recomiendo reservar, suele ir mucha gente, sobre todo los fines de semana.