Tras años renegando de las franquicias, con el tiempo, y a fuerza de tener que frecuentar estos chigres, he empezado a rascar más allá del nombre y darme cuenta que al final el franquiciado y su personal aporta un valor añadido que los hace, aunque parecidos entre el resto de la franquicia, muy diferentes. Y esto por qué lo digo. por el Lizarrán abierto en el barrio(estaba claro). Todos hemos ido a esta famosa cadena cuentapalillera y en más de uno hemos salido corriendo. Pero voy a gastar tres de mis estrellas en este del barrio por:(i) una dueña muy maja(aunque sea para venderte montados se agradece unas bromas),(ii) montados calientes ricos(teniendo en cuenta la competencia de la zona),(iii) los precios tirados(también teniendo en cuenta la zona). Estoy seguro que si el franquiciado pusiera un bar propio también le iría bien, así que si le sumas los precios por las cañas y los pintxillos no están mal, son una dura competencia en Sanchinarro. ¡¡A ponerse las pilas el resto!