Gracias a unas buenas amigas colombianas que tengo descubrí este restaurante típico colombiano. Yo nunca había probado platos de su tierra así que un día decidimos ir a probar. Lo del nombre tiene su gracia, «lechona» es lo que para nosotros es el cochinillo, «tamal» es una especie de puré de patatas con carne envuelto en hojas de plátano, y «mondongo» es algo parecido a los callos pero con mucho cilantro. Yo tenía un cachondeo con este ultimo porque«mondongo» en Valencia es eso que hacemos por las«partes traseras«. Otra vez me dejé asesorar y ellas fueron nuestras guías gastronómicas, aquello al final parecía una boda gitana de tanta comida que teníamos. La verdad es que nos pegamos un buen festín. Estaba todo riquísimo. El servicio fue más que exquisito, al ser un local pequeño parecía que estuviésemos en familia, salíamos fuera a fumar y nos dejábamos los bolsos dentro, total confianza. Álex el camarero, el único que era español, nos invitó a una ronda de aguardiente que al final acabaron siendo varias, nos pusimos«finos catalinos». Tienen menú de L-V a 7 euros y S-D-festivos a 5 euros con servicio a domicilio.