La Muzzarella Loca

He ido un par de veces, y hay que ir siempre en verano a la terraza, ya que dentro es imposible estar. Suele estar hasta arriba, incluso una de las veces que fui tuve que esperar algo de cola para sentarnos
La experiencia fue buena por la ubicación y tranquilidad de la terraza, en pleno centro de Malasaña, sin coches alrededor ni demasiado bullicio, pero no por el restaurante. El servicio es algo lento y la comida no pasa de correcta para el precio que tiene. Además, las bebidas bastante caras también.
Añadiré que una de las veces que fui, en pleno Junio, estaba la plaza llena de palomas, que incluso se posaban en nuestra mesa. No sé si es culpa del restaurante o si podrá hacer algo al respecto, pero la verdad es que es bastante incómodo comer con una paloma posada en tu hombro como si fuese un loro.

Como el resto de los restaurantes ubicados en la plaza de Juan Pujol, su terraza suele estar hasta la bandera. Y en este caso es algo inexplicablemente.
El servicio es pésimo. Si bien los camareros son bastante simpáticos, esto queda en un segundo plano en comparación con su lentitud y despiste. ¡Hasta tres veces tuvimos que pedir un vaso de agua, que finalmente tuvimos que ir a pedir a la barra!
El precio de las pizzas, carísimo (doce euros me cobraron por una calzone vegetariana que era poco más que masa y más masa). ¡Qué envidia el olor que nos llegaba de la cercana ‘El Cambalache’! Eso sí que son pizzas de primer nivel.
Con semejantes credenciales, no creo que vuelva que tener que soportar las enormes colas que suele haber por coger una mesa en la terraza de este sitio. ¡Será por buenas pizzerías en Madrid!

Reducido local al servicio de una amplia terraza. Si hace sol, suele ser difícil encontrar sitio en ella, pues el lugar es atractivo.
Las veces que he podido quedarme he tomado café o cerveza, nunca he comido nada. De hecho, hasta hace muy poco desconocía que fuese un restaurante italiano; nunca me había molestado en mirar ni había estado en su interior.
Añadiré que es caro y el servicio bastante bueno.

Esta plaza hace unos años era lo más cutre y lumpen de Malasaña. Sin embargo, el otro día pasé por aquí y la plaza me pareció encantadora. Especialmente el rincón donde tiene su terraza este restaurante italiano, pues al tener una valla al lado queda bastante independiente. Me hubiera encantado sentarme a comer en esta terraza, era sábado a mediodía y hacía sol, la temperatura era ideal… Tuve que conformarme con imaginar la experiencia, pues evidentemente no había ni una mesa libre, incluso había gente esperando… Así que me quedé con las ganas de probar la pasta y la pizza de este local, otra vez será.

Hacia bastante tiempo que mi chica no me decia que una pizza la trasladaba a Italia, y aquí volvió a decírmelo.
ahora esta haciendo buen tiempo así que decidimos sentarnos el otro día en una de sus mesitas en la terraza. tras mirar detenidamente la carta, decidimos que no teníamos demasiada hambre, así que tan solo pedimos una pizza para compartir los dos y un par de copas de vino.
Y nos dio algo de cosa ver como nos clavaban lo mismo por una pizza que por las dos copas de vino, una salvajada el precio de las bebidas en este local.
La pizza que pedimos fue la que lleva el nombre del mismo local, solo que nosotros queríamos que nos cambiaran las olivas por atún, por lo que nos dijeron que nos cobrarían un extra. No nos pareció bien, ya que estábamos eliminando un ingrediente y cambiándolo por otro, no añadiéndole nada. Pero en fin nos aguantamos.
con el vino nos trajeron unas aceitunas que estaba muy ricas, acompañadas de aceite y orégano. Y cuando nos llego la pizza, que llevaba rucula (Una barbaridad de rúcula, que yo de echo tuve hasta que quitar un poco) parmesano en laminas, pesto, huevo duro y el atún por el que nos cobraron casi dos euros (Y no seria ni media lata pequeña)
pero el colmo fue cuando le pedí si nos podían traer un poco de parmesano en polvo para echarle por encima, que nos dijeron que también nos lo cobraban. ¿en serio? ¿por una cucharada de parmesano me quería cobrar dos euros? Lo mande a tomar viento fresco, y propina no se llevaron con nosotros.
Una pena tener un servicio tan malo y que te lo quieran cobrar todo, que les faltaba cobrarte el sol de la plaza… al menos la pizza estaba deliciosa.

Otra de las pocas opciones a la Plaza del Dos de Mayo: un espacio grande con una terraza de veinte mesas, aproximadamente. La gente ya se la sabe y suele estar lleno, pero merece la pena probar suerte. Además, como hay tantas mesas, el flujo de clientes se va moviendo bastante. Las veces que he ido, y han sido bastantes, nunca he visto a nadie dentro del local. Un chollo para hacer tiempo antes de ir a cenar en cualquier restaurante del barrio… si encuentras sitio.