Uno de los mejores lugares para alejarse y desconectar del centro, sobre todo, ahora que empieza a llenarse del espíritu navideño. Un pequeño callejón en pleno centro neurálgico de oficinas. Lo más cerca que estaré de la redacción de El Pais. Situado en un garaje, lo que parece ser una antigua iglesia, llamando al timbre te adentras en una sala donde los conciertos no te dejan indiferente. Su acústica es tremenda y puedes tomarte unas ver evitas mientras ojeas discos y vinilos que rara vez podrás encontrar en otros lugares. Perfecto para nuevos descubrimientos. Lo mejor la simpatía de sus dueños.