Esta gente son un buen ejemplo de clasismo. A los grupos de oficinistas ebrios les agasajan sin demora y, si consiguen sacarles un par de raciones de algo, es seguro que les invitarán a la primera copa. A tí, si vas solo o con una persona, es probable que más bien te ignoren. Es más: si no la pides, no te ofrecen la carta de cervezas. Lo cual es bastante grave, tratándose de una cervecería alemana especializada. Yo solo recomendaría el lugar si tienes interés en alguna cerveza bábara concreta…
Germán M.
Classificação do local: 2 Madrid
Vivo bastante cerca de esta cervecería y aunque desde bien pronto me di cuenta de que no era mi rollo, hasta no hace mucho seguíamos cayendo como tontos y yendo aquí a tomar cañas, por no conocer, porque un poco más allá hay un par de baretos sin ínfulas bien majos. El tinto de verano, que es lo que suelo pedir yo, bastante regulero. Y encima caro. Me temo que para mí ya solo tienen la máquina de tabaco que coge billetes.
Miriam N.
Classificação do local: 2 Madrid
Debe ser por la zona en la que se encuentra o porque los que íbamos no nos acercábamos al perfil al que están acostumbrados recibir. Un grupo de chicos jóvenes vestidos de calle, sin trajes de chaqueta ni maletines en la mano. Sólo queríamos tomar un refresco y no nos íbamos a gastar una pasta en su menú del día o en alguno de sus platos estrella pero caros de la carta. Quizá fue por esto por lo que no me gustó nada el trato que nos dieron en la Cervecería Koln. Al principio fueron amables aunque tardaron un poco en atendernos, pero después nos metían prisa con frases como«habéis terminado ya» «no vais a comer nada» «os traigo la cuenta». Qué estrés por favor!!! Al final nos fuimos… no porque nos intimidaran si no porque llegábamos tarde a otro sitio… pero nunca volveremos allí. Es cierto que si quieres comer bien es el sitio idóneo, la pinta que teníà la ternera de los hombres de la mesa de al lado era increíble.