Haber pasado gran parte de mi vida alimentándome a base de pasta y arroz hace que nunca me apetezca especialmente ir a un italiano y que siempre prefiera otro tipo de comida. En general, la materia prima de la comida italiana es muy barata y siempre termino pensando que no me merece la pena pagar 10 €(o 15 € en este caso) por un plato que me saldría por menos de un euro al hacerlo en casa. Aún así, habíamos leído maravillas de este sitio, se encuentra muy cerca de casa y estábamos ante el último fin de semana antes de muchos cambios laborales así que decidimos tirar la casa por la ventana y llamar para reservar unos minutos antes de llegar(viernes noche). No hubo problema y nos dirigimos al lugar. Vimos que poseía una terraza muy bonita y nos pusieron allí(nosotros no especificamos por teléfono). En Ia web no aparecíà la carta así que ya imaginábamos que sería caro pero al llegar lo comprobamos. Había varios platos de pasta por 20 €, algo que me cuesta concebir. Pedimos un carpaccio clásico(12,99 €) que estaba riquísimo, también la rucula y el parmesano, con el toque justo de limón y nos endosaron un pan de ajo(3,95 € creo) que en realidad era la masa de pizza un poco de ajo, mantequilla y perejil por encima. Estaba rico pero no sabía a ajo(ni a nada más que a pan) en absoluto. Hay bastante variedad en la pasta y platos con combinaciones de ingredientes bastante extraños así como varios que vienen con champán, whisky, etc… ya que cuentan con un surtido amplísimo de bebidas alcohólicas. Yo pedí unos saquitos de pasta rellena con queso y trufa negra(ya puestos a comer pasta vamos a pedir algo que jamás te harías en casa) con parmesano y otro tipo de queso ahumado italiano cuyo nombre no recuerdo(14,99 €) y que estaban bastante buenos aunque no era muy abundante(aunque no me quedé con hambre). De postre me tomé una torta de queso(4,50 € creo) que venía explicada como crema de queso con fresas por encima y que en realidad era una tarta de queso de toda la vida, algo empalagosa pero también bastante rica. Con una bebida y una botella de agua, nos terminó saliendo a algo más de 30 € por cabeza, lo que me recuerda porque termino prefiriendo ir a otro tipo de restaurantes. Si eres un apasionado de la comida italiana o de los combinados alcohólicos es una opción excelente si te llega el bolsillo. El trato fue muy bueno, atento pero sin atosigar, de los mejores servicios que he tenido en Madrid y eso también es un detalle a tener en cuenta.
Fon M.
Classificação do local: 4 Madrid
Aprovechando los últimos días del verano(y que estaba deseando estrenar mi nueva rebeca, todo sea dicho), reservamos una mesa en la terraza del Kasanova. Como soy joven(y apuesto), mi vejiga me permitió aguantar sin ir al baño hasta que regresé a casa, así que no puedo hablar de la decoración del sitio, si bien el logo con la flor me parece un pelín hortera. La terraza era bonita, eso sí. Éramos dos(en un reloj) y pedimos carpaccio para compartir como entrante. Nos preguntaron si nos apetecía un poquito de pan para acompañarlo y aceptamos, no sabiendo que acto seguido nos iban a colar el pan de ajo que también aparece en la carta de entrantes. Ese detalle, no siendo el cubierto excesivamente asequible, me sobró un poco. Al menos estaba muy rico y no sabía mucho a ajo, que ya me estaba temiendo que iba a dormir sin compañía un viernes más. El carpaccio, igual, muy rico y bien aliñado. Lo acompañaban con rúcula, tomates cherry y las habituales lascas de parmesano. Yo pedí de segundo unos tornillos gordísimos con un nombre que no había escuchado jamás y que, por tanto, he olvidado. Llevaban como guarnición carrillada, panceta y salsa de tomate al whisky(sí, estoy a dieta). La cocción era muy buena y la salsa suave. Te servían para el maridaje una copita del mismo whisky con el que habían hecho la salsa, y te daban la opción de bebértelo o echárselo al plato. Yo, que soy muy cateto, pensaba que no se podían añadir bebidas alcohólicas a un plato que ya ha sido elaborado pues no evaporarían el alcohol, pero me imagino que así es como camuflan su afición por la embriaguez las gentes del distrito Retiro. Muy fino todo. Opté por intentar bebérmelo, pero la cara de Fary que se me ponía a cada trago tampoco ayudaba mucho a que mi acompañante quisiera«tomar una copita en mi casa después», así que opté por desertar. Todo sea por desayunar con alguien. No hay postre que me guste más que un tiramisú bien hecho. Éste en concreto estaba muy bueno aunque, a mi parecer, le sobraba un poco de brandy. Por lo demás, muy suave y cremoso. El cubierto te acaba saliendo por unos 30 € si no pides vino. No es para ir todos los días, pero hay días que merecen un final especial.
Eliot C.
Classificação do local: 4 L'Eixample, Barcelona, Spain
Excelente opción Italiana en Madrid. Convencidos por la carta ya que ofrecen variedad de burratas y que la pasta es fresca. Todos los platos estaban buenísimos incluyendo el postre. El servicio fue excelente y muy atento. Lo único que le quita un poco al lugar es el local que puede ser muy ruidoso y no es tan acogedor.
Avelino C.
Classificação do local: 5 Madrid
Actualización Diciembre 2014. Comida de domingo. Cada vez mejor. Hacía tiempo que no pasábamos por este KASANOVA, y aprovechando que ahora está en el Kviar, este domingo reservamos y allí nos plantamos. Se trata de un restaurante italiano en el que el dueño es español y la chef venezolana,(toma fusión!), lo que no impide disfrutar de una cocina transalpina tradicional y muy bien ejecutada. Hemos estado varias veces, pero siempre con buen tiempo y en la terraza, siendo nuestra primera vez en el interior del local. Tienen una barra con mesas altas a la entrada y más adelante un pequeño comedor(unas 10 mesas) muy acogedor. Buen ambiente, el restaurante lleno. Decoración un poco kistch, pero que a mí me agrada, con un mural con una vista de Venecia que ocupa toda una pared. Dos adultos y una peque, pedimos: — De entrante un pan de ajo, para acompañar unas lonchas de una rica mortadela boloñesa que nos pusieron de aperitivo. — Unos fagottini formaggio e tartufo nero, que son unos saquitos de pasta rellenos de queso y trufa negra, con queso scamorza ahumado, trufa negra rallada y parmesano. Simplemente espectaculares, acabamos rebañando la salsilla. — Una pizza de boletus: Tomate, mozzarella, boletus, tomate seco, rúcula y orégano. De base fina, bien cocida y con ingredientes de calidad. Francamente buena. — Para la niña una Traviata: Tomate, mozzarella, jamón y orégano, que se comió sin rechistar. No quedaron ni las migas. Terminamos el festín con un ortodoxo tiramisú: crema mascarpone y savoiardi empapado en café, que compartimos entre los tres. Tienen una impresionante carta de vinos y champanes a buen precio, de la que elegimos un tinto del Empordá «Tocat del ala», un «coupage» de samsó, garnacha y syrah, goloso y fresco, servido como Dios manda, que nos encantó. Finalizando, una agradable charla con Guillermo, el dueño, en la que hablamos de lo divino y lo humano y descubrimos que es un perfeccionista, y un apasionado de la hostelería. No en vano tiene esa pedazo carta de vinos y destilados(en total unas 1.500 referencias) más propia de un restaurante«estrellado» que de una pizzería. Con el descuento Kviar la cosa no llegó a 60 €, un regalo para el nivel del condumio. Así da gusto, le tengo que subir a cinco«star» del tirón por lo bien que hemos comido y lo bien que nos lo hemos pasado.
Elías A.
Classificação do local: 5 Retiro, Madrid
Lo más interesante de este restaurante es su amplia(amplísima) carta de destilados, que va desde el ron hasta la ginebra, pasando por el whisky incluso japonés… Si te gusta una buena copa no dejes de visitarlo.