En pleno Barrio de Las Letras y justo frente al Monasterio de Las Trinitarias donde dicen que está enterrado Cervantes, se encuentra esta juguetería que, sin la excusa de tener que regalar a niños, es digna de visitar. Si que es cierto que la tienda no es muy amplia, pero hay un montón de opciones y yo cada vez que entro se me van los ojos como si fuera un infante. Me encanta también por su política, ya que todos los juguetes están hechos con materiales ecológicos, desde muñecos de trapo a juegos de bloques de madera(los cuales recuerdo que siempre fueron mis favoritos de pequeño y aún hoy día, me siguen volviendo loco). Sí que es verdad que obviamente el precio es mucho mayor que el de un juguete de plástico«Made in China» pero aquí debes valorar que además compras un juguete de calidad, original y cuya duración está muy por encima de los más baratos. La tienda presume de tener juguetes cuyo objetivo son estimular la creatividad y los sentidos de los niños de cualquier edad. También promocionan juguetes no sexistas ni belicistas e intentan también tener juguetes provenientes de otras culturas. También tienen libros y cuentos muy difíciles de encontrar en otros lugares con unas ilustraciones dignas de estar en cualquier biblioteca o museo, mobiliario para las habitaciones de los más pequeños que pueden transformarlas en castillos de cuentos de hadas o en selvas con animales. Sí buscas algo en particular no dudes en preguntar, el equipo es muy simpático y te resolverán la cuestión en un momento.