Este edificio de caprichoso diseño, fue visto con malos ojos por muchos vecinos en su inauguración, por romper con la estética de un barrio humilde. Hoy día está perfectamente integrado en esta esplanada donde niños juegan y abuelos pasean tranquilamente. Esta junta municipal, además de servicios básicos como censos, comisaría, y demás temas burocráticos, cuenta con amplias instalaciones para impartir cursos: informática, aerobic, teatro, yoga y es un centro neurálgico del barrio, al que acudir en muchos más casos de los que se piensa al principio. Merece la pena conocerlo por su extraña imagen, un edificio desigual con grandes cristaleras, que no me atrevo a catalogar de bonito, pero que es cuanto menos, raro.