Soy consciente de que los comerciantes de la calle Bravo Murillo van a querer matarme por esta afirmación pero, en mi humilde opinión, este es uno de los pocos negocios que muestra cierto estilo en sus productos. Que te puede gustar o no, pero es coherente. No lo tiene todo desperdigado sin orden ni concierto como la mayoría de sus competidores locales. Personalmente no amueblaría mi casa con lo que se vende aquí, si bien reconozco que la muestra puede ser interesante para un amplio sector de la población. Tampoco ando muy ducho en precios de este sector, pero os diré que no los vi disparatados.