Jack & Jones

No me apasiona la ropa de esta marca, aunque hay algunas cosas que están bien de precio. Teniendo esto en cuenta, no suelo dejarme caer demasiado por esta tienda, y menos en épocas de rebajas, pero ese día me hicieron entrar.
La tienda es más amplia de lo que parece: la caja a unos metros de la entrada y los probadores al fondo.
Me sorprendió encontrar ropa a la entrada que presentan como novedad o con grandes carteles donde se podían leer las rebajas y descuentos y luego, al fondo de la tienda, la misma. Esa forma de colocar la ropa da la sensación al cliente que la marca ofrece mucha variedad, aunque realmente no es así, pero así es el marketing.
Lo que no me gustó, por un lado, es que los pasillos son muy estrechos, también marketing, obviamente. Así el paso por ellos, y más si hay gente, es más difícil, y hace que te pares a mirar más la ropa.
Por otro lado fue el personal, bastante pasota, sin ayudarte demasiado a las preguntas que les hacías o sin saber donde encontrar las tallas que no encuentras.

De las tiendas J & J que he visitado, me quedo con esta de largo. Está en mi calle favorita de Madrid, lo que ya de por sí es un buen motivo, y además la atienden de un modo que te dan ganas, no de volver, sino de no irte.
Hoy mismo no tenía claro qué llevarme, así que me he dejado aconsejar, y he hecho bien: el chaval que me ha atendido ha hecho un pleno. Y de paso me he pillado algunos bóxer chulos. Todo ello a un precio razonable, y con algunos interesantes consejos sobre el cuidado de la ropa.
Sospecho que la próxima vez que necesite pantalones, me vendré aqui directamente