Pues es un valor seguro para venir a cañear sin haber cenado los jueves. Es un sitio donde nos conocen bien y desde hace años, quizá por eso nos traten también un poco mejor. Pero no hay ronda sin tapa y la tapa puede ser desde un pincho de tortilla hasta un huevo frito, un croissant a la plancha con jamón y queso a un pincho de bacon, lo que sea. Para venir a tomar unas cañas y salir cenado es muy recomendable. Su camarero, Isidro es un castellano más majo que las pesetas que canturrea mientras limpia la barra y que esta dispuesto a echar la hebra con quien le de un poco de conversación. Un sitio estupendo.