A un minuto a pie de la plaza de Barajas pueblo se encuentra este pequeño hotel. No destaca por tener grandes lujos pero tampoco pagas una fortuna por alojarte en él. No me gustó que no hay ascensor y te toca cargar con la maleta hasta la habitación. Si estás en la planta baja, genial, pero si te toca subirla hasta el segundo piso, pues una ayudita se agradecería. Además mi habitación era algo pequeña. Me gustó porque el precio es razonable, la ubicación es buena, las habitaciones están limpias y tienen un servicio desde y hacia el aeropuerto, que en definitiva es para lo que te alojas en este tipo de sitios, para pasar noche cuando llegas o cuando vas de viaje. La atención fue correcta, nada destacable hacia ningún lado y no está el desayuno incluído, pero tienen bebidas en recepción a precios normales. Un agua, un euro por ejemplo.