Ginos

Bueno, podríamos pensar que un Gino’s es un Gino’s, y por eso mismo se notan mucho las diferencias en entre uno y otro. Este que nos ocupa ahora está en el aprobado raspadillo, sin más. Y esto es porque cuando en el Islazul están todos los restaurantes con colas kilométricas, el Gino’s está libre y listo para recoger a los hambrientos clientes que deambulan desconsolados al ver que hoy toca pizza y no hamburguesa (cerca hay un Ribs, Foster’s Hollywood y Tommy Mell’s siempre hasta la bandera a la hora de la cena el fin de semana).
El local está en el segundo piso, lo cual le da una fachada de vidrio en segundo piso desde la cual tienes una buena vista (del interior de la zona de restauración, claro, pero algo es algo). Es bastante amplio y agradable y tiene buena accesibilidad puesto que aunque se accede por una escalera, esta va acompañada de ascensor.
El personal ni fu ni fa. En verdad hacen su trabajo y nada más: toman nota, atienden y te cobran. Y muchos pensareis que qué espero de un Gino’s, pero no, ya he dado con alguno en que el servicio es una pasada, aunque viene de la mano de algún empleado brillante que se toma su trabajo muy en serio (ejemplo, el Gino’s de la calle Fuencarral de Madrid).
La comida es standard, un quita hambre al estilo Vips, pero bien.
Algo bueno a destacar, es k bastantes veces sacan promociones de 2×1 o similares, que suelen durara bastante tiempo aunque suelen utilizarlas para potenciar las consumiciones de domingo noche a jueves.
¿Volveré? En fin de semana a la hora de la cena si no hay más remedio o cuando haya promoción.

La versión «italiana» de VIPS tiene la ventaja de tener algunos platos algo más interesantes que su hermana de comida rápida si quieres tener una cena o comida algo más formal. Personalmente me gusta mucho la fondue de queso que sirven que, algo escasa de pan para cuatro comensales, sería más que suficiente para una cantidad menor. Del resto, pues no mucho que destacar.