El restaurante se llama Galicia. Su especialidad es un plato que suele tener forma de disco, que se compone de una base constante elaborada de forma muy parecida al pan con la que se pueden poner todo tipo de ingredientes: vegetales, carnes, del mar; y se hacen en el horno. Habéis acertado: su especialidad son las pizzas. Dos familiares por veinte euros. Y es que la gente puede ser fantástica(o algo así que decían aquellos).