Si la galería toma el nombre de una obra con tal poder de abstracción como la de Cortázar, su línea no podía ser otra que el arte abstracto. Con vínculos a la Juan Gris e incrustada en la calle de Claudio Coello, vía plagada de lugares para la exposición de arte, esta acogedora y amable sala se desmarca de las demás mostrando la obra de artistas reconocidos en los últimos cincuenta años y otros que aún no han sido reconocidos con unanimidad. Miquel Barceló, Chillida o Antonio López son algunos de quienes han ocupado sus paredes.