He estado dos años con ellos, el tiempo que ha durado el tratamiento de mi ortodoncia. Era de los pocos sitios de Madrid donde hace casi tres años, implantaban la ortodoncia lingual, ya que a mis años, pasaba de ponerme los típicos brakets a la vista. El dentista es muy simpático y te tratan muy bien, pero lo malo es que sólamente viene a Madrid dos días al mes, por lo que si tienes algún problema el resto de los días, tienes que esperar al mes siguiente para que él te vea… la clínica está abierta y te atienden las chicas que trabajan para él, pero no es lo mismo. Por lo demás, me dejaron los dientes muy bonitos y estoy bastante contenta a pesar del«sufrimiento» del tratamiento.