He tenido la suerte de poder descubrir este fin de semana, gracias a la celebración del cumpleaños de la mejor amiga de mi hija, un lugar de esos con«encanto» para los niños, pero de verdad. Se trata de un espacio de 6.300 m2 de parque de acceso privado, dedicado a los niños desde los 3 a los de ya canas. Si el tiempo acompaña, se puede disfrutar al 100% de las instalaciones: camas elásticas, campo de fútbol de césped, cancha de baloncesto, rocódromo adaptado, algún columpio, invernadero, y espacio para correr. Sin embargo si llueve, no está todo perdido: edificios a «escala niño» se dispersan por el entorno, escondiendo un escenario, una cocina, espacios para bailes y clases… Se trata de un centro que pertenece a la Fundación Carmen Pardo-Valcarce, dedicada a la atención y ayuda a la integración y desarrollo de personas con discapacidad física o intelectual. Aquí puedes venir con los niños los fines de semana a hacer actividades, celebrar cumpleaños, eventos, talleres e incluso campamento de verano. La atención personal es magnífica, la calidad y mantenimiento de las instalaciones estupenda, y el ambiente sano y seguro. ABSOLUTAMENTE recomendable!