Fulitu

Un restaurante asiático, que destaca en el buen sentido. Los menús del medio día son muy interesantes. Así que muy recomendable si estás por la zona.
Pero cenar allí es muy buena experiencia. Soy muy fan del pato, y aquí es uno de los mejores sitios donde los he probado. En general todos los platos muy buenos, dejando de ser como he dicho al principio el típico restaurante chino.
El local es amplio, muy limpio y un personal muy agradable. Así que al menos, de lo que yo he visitado uno de los mejores asiáticos de Madrid.

Sin duda el mejor chino/​asiático de Pinar de Chamartín.
Camareros… Atención estupenda, eficaz, amable, sonriente,…
Limpieza, seriedad.
La comida rica, toda rica, y menú amplio.
El único punto negativo es que está todo un poquito graso (pero menos que el resto de chinos de las cercanías)

Como han dicho por ahí, esto no es un chino más, sino un restaurante de comida china que se toma en serio destacar en el negocio.
Carta amplia (eso sí es como toca en estos sitios) con los típicos menús diarios, pero también con otros de degustación (que fue el que pedimos) muy apetecibles y que aunque te salen más caros; nos mereció la pena ya que pruebas una gran variedad de cosas, todas riquísimas (sólo dejaban un poco que desear los entrantes porque te traían poca cantidad; pero se compensaba globalmente porque al final sales bien lleno mas sin la sensación de ir a reventar que te provocan los menús de 3 platos habituales).
Como dato a destacar, los postres: un sorbete y una tarta de queso que ya quisieran muchos sitios de más alto copete.
También el servicio, de 10 en cuanto a atención y amabilidad.
El local está bastante bien de tamaño, muy luminoso y con una decoración minimalista manteniendo el estilo asiático que me encantó.
Sin duda alguna volveremos, pese a lo lejos que nos pilla.

— bastante bien todo, podria mejorar un poco si redujeran un poco el recetario
— deberian simplificar la modalidad ejecutivo/​degustacion a menu unico
— rico
— abusar cansa muy rapido teniendo en cuenta la enorme oferta d recetas
— sacia

Iba con tantas expectativas que al final no me pareció para nada tanto como me habían vendido.
Los chinos y yo nunca nos hemos llevado bien gastronómicamente hablando, y ceder ante la presión de mis compañero en ir a un chino es todo una proeza para mi y un logro para ellos.
No paraban de ensalzar las bondades del local, que aprovechaban en visitar cuando yo no iba a la oficina.
Al final es un chino más, igual que los que había probado incluso un poco desorganizados a pesar de no estar ni la mitad del local lleno, incluso mis compañeros de trabajo los vi desencantados, porque siempre comentaban, el otro día estaba mejor.
Mi elección, fue la típica, rollitos de primavera, wok de tallarines con verduras, y pollo al limón, apostaba por sabores conocidos y sin mucha innovación.
Pero de las tres cosas solo me gusto el pollo al limón a pesar de estar un poco aceitosa la salsa. Ni los rollitos tenían nada que destacasen y los tallarines muy normalitos en comparación a los de «el rey de los tallarines» que era mi último referente.
Tengo que destacar eso sí, el postre que me ofrecieron, brownie de chocolate con helado, esto si que mereció la pena, aunque para mi gusto muy escaso.
Pero bueno mi puntuación no solo evalúà la comida que era normal, nada espectacular como me venían vendiendo, sino por detalles como, no servir todos los platos a la vez, y que comensales compañeros vean como comemos mientras esperan y esperan a ser servidos… pero esto puede pasar, lo que si me parece un poco lamentable, es que pidas agua del tiempo como bebida, y te vengan con una botella de marca abierta, y claramente rellenada porque está a rebosar.
Bajo ningún concepto esto es normal, si me «vende agua en el menú» o me trae una jarra que entiendo que es de grifo y si me trae una botella espero abrirla yo, eso de que venga abierta y a rebosar no es normal.

No me puedo creer que todavía no hubiera reseñado este sitio. Anteriormente un chino cuando me vine a vivir por esta zona reformado a asiático.
He estado ya en tres ocasiones y me encanta el trato del personal en especial el de los camareros de mediodía.
En general por ahora todos los platos que he probado me han parecido muy ricos y muy por encima de la media de cualquier chino de barrio y a unos precios no mucho más elevados.
El menú del día tiene dos variedades de 11 y de 14 euros, las dos veces que yo he estado a mediodía he pedido el de 14 porque estoy enamorado de uno de sus entrantes: Gyoza (empanadillas japonesas).
De segundos he probado el Pato con salsa de ciruelas y almendras tostadas (delicioso) y el Kushiyaki de atún (también muy rico y más recomendable este plato si eres de no comer demasiado).
De guarnición he probado el arroz Fulitu, que le da mil patadas al arroz tres delicias, y el Mi Fen con los que no puedo ser imparciales porque los fideos de arroz me pierden.
En ambos casos la guarnición el postre fue Tempura de helado flambeado, riquísimo y genial como te lo flambean en la mesa :)
La vez que fui de noche tomamos para compartir las Gyoza y un enorme plato de tallarines y nos quedamos bien llenos.
Os lo recomiendo mucho si vivís o trabajáis por el barrio.

Fui con la gente del trabajo, el servicio fue rápido (bastante importante cuando vas en la hora de la comida) y amable.
Disponen de dos menús del día, uno a 11 € y otro a 14 €. Todos pedimos el de 14 € y la relación, calidad, cantidad precio fue bastante buena. De primero me tomé una tempura de verduras que no destacaba pero estaba bastante rica. De segundo pedí un salteado de solomillo de ternera tempanyaki. La salsa estaba muy rica y la ternera estaba algo más hecha de lo que a mi me gusta pero el resultado era bastante sabroso. Lo acompañe con Fulitu con setas, pato y langostinos. El arroz estaba bueno pero quizás le faltaba algo más de cantidad de los ingredientes anunciados.
De postre me tome la tempura de helado flambeado, te lo preparan en delante tuya siendo bastante vistoso el flambeado. En este caso fallo claramentee la calidad del helado del interior. Si este hubiese sido mejor sería de 10.
Probablemente volveremos bastantes veces.

Chino de barrio venido a más. La comida es correcta, pero las raciones un poco escasas. Tienen menú por 11 € que incluye un entrante, un segundo con guarnición, bebida y postre. El local es un poco frío, pero tienen un amplio y agradable ventanal que da a la calle.

Confortable, la comida muy buena y de calidad, buen precio.