El Valle

Un muy buen sitio para comer tortilla en Madrid! Te ponen la tapa con la bebida y no es una tapita, sino una buena «ración». Menú del día si te pilla por la zona

Me decepcionó un poco, había leído comentarios increíbles y bueno estaba bien, pero es un sitio de menu del día normal, correcto y ya está.

Madre mía el tiempo que llevo dandole vueltas a la reseña de este sitio. He ido varias veces y al final nunca saco el tiempo necesario, va a acabar el año y he dicho esto no se puede quedar así porque el sitio bien lo merece.
Es un sitio como hay cientos en Madrid, pero aquí se caracterizan porque la tapa que incluye la bebida es bastante grande, por lo que te tomas un par de rondas y puedes salir comido y porque las tortillas de patata son épicas, no hay más que ver las fotos, aparte de eso las raciones son abundantes y el precio bastante ajustado
Si a eso le unimos un servicio amable, atento y rápido (ojo, es un sitio que se llena rápido, en momentos de saturación te puede tocar esperar, asi que ven mejor pronto) es un sitio que merece la pena conocer.

Menamorao.
Me pasa a veces, que voy a un sitio y con llevar allí unos minutos, ya estoy encandilada para siempre. Pues eso me pasó con El Valle el sábado, que menamoré.
Explicaré que no somos nada de salir por la zona. Yo soy malasañera a muerte, pero la verdad es que las cuatro patatas fritas que te ponen (de forma ocasional) como pseudotapa a veces me hacen perder la fe y me convierten en presa fácil de esos sitios donde te sirven GRATIS un platazo de patates con salsa de cabrales, que fue lo que nos pusieron. Casi lloro.
Sin saber que nos iban a poner semejante manjar, pedimos unos huevos rotos con jamón que me hicieron sentir que estaba engañando a los del Barril (deliciosos, sabrosos, increíbles) y unas croquetas de cabrales que también sabían a gloria. Acabamos bastante llenos, pero felices.
Volveremos, por supuesto.

Muy rico todo me encanta este sitio. Vinimos un dia porque estabamos viendo el mercado de motores, y buscamos en Unilocal un sitio cercano que estuviera bien y salio este, vinimos y desde entonces cada vez que estamos por la zona, aqui que nos vinimos, la tortilla de patata es de gran tamaño, asi que yo os aconsejo que no la pidais entera, jajajaj. De todas formas no os dejaran a no ser que seais muchos, todo lo que hemos provado esta riquisimo y el servicio suele ser bastante rapido, os animo que lo proveis.

Was gibts es um die Ecke leckeres an Restaurants dachten wir uns. Unilocal half uns und so fanden wir dieses Restaurant. Am Wochenende war es brechend voll, so das wir dann einen Tag später hingingen. Nicht wirklich einladend sah es dort aus, aber davon liesen wir uns nicht abschrecken.
Und… wir wurden mit einem echt guten spanischen Essen belohnt. Leider gab es die gewünschten Boqerones fritos nicht, dafür aber eine gute Tortilla de patatas. Voll und zufrieden wollten wir zahlen, als uns der Kellner noch eine Eierspeise auf den Tisch stellte. Aus Höflichkeit aßen wir dann auch noch ein wenig.
Kein schönes Ambiente, aber authentisch spanisch und das wollten wir ja auch.
Günstig war es auch noch. Gracias!

Camareros majos, precios económicos, cómodo, bien situado, raciones generosas, cubatas en vasusidra, tapas abundantes… Además ponen el futbol
A Cada bebida que pides van subiendo el nivel de la tapa, y hay idiotas que se la dejan.
Todo está muy muy bueno. Al que le guste la sidra también tiene.
Espectaculares las tortillas y tapas con cada bebida.
Además según el concierto de la Caracol te encuentras fauna diferentes: perroflautas rumberos, heavys clásicos, hiphoperos… Y todos disfrutando de la comida

Comida familiar en EL VALLE, el restaurante gallego-​asturiano, que está en Embajadores, enfrente de la Sala Caracol.
Aquí no hay ni fusiones ni gaitas. En barra todas las consumiciones servidas con alegría y con su buena tapa (empanada, tortilla, torreznos, etc.). Amplia variedad de raciones clásicas (pulpo, cecina, huevos rotos, oreja a la plancha, etc.), todo género de primera y bien cocinado.
Además tienen un comedor con unas veinte mesas. Nosotros nos decantamos por el menú de domingo que tiene una estupenda relación calidad-​precio (20 euros: primero, principal, postre y bebida). Nada más sentarnos nos toman nota de las bebidas y nos ponen un generoso aperitivo.
Nosotros probamos:
Gambones: cuatro piezas de buen tamaño, hechos a la plancha con escamas de sal. Jugosos y sabrosos.
Habitas: salteadas con unos taquitos de jamón. Tiernas y sabrosas, con jamón del bueno.
Chipirones: Ocho piezas, limpios y hechos a plancha, acompañados de cebolla caramelizada y ensalada. Perfectos de punto y sabor.
Paletilla: De cordero lechal, bien asada, con un poco de jugo y acompañada de champiñones, pimientos de padrón y patatitas. Buenísima.
De postre unas filloas y una tarta de queso, ambas caseras.
Carta de vinos de corte clásico (riberas y riojas) con pocas referencias, pero de calidad contrastada (Matarromera, Luis Cañas, etc.). Nosotros pedimos un tinto Arroyo (un ribera crianza), que resultó estupendo, servido bien de temperatura y en copas adecuadas.
Servicio simpatiquísimo, manteles y servilletas de tela. Chupitos de parte de la casa. Ambientazo, el local lleno y doblando mesas (no me extraña). En resumen, un valor seguro. La verdad es que comimos de maravilla, salimos rodando y preguntándonos, por qué no venimos más a menudo.

Pues es el sitio más visitado antes de entrar en la sala Caracol.
Cañas y cenas, cañas con tapa de las grandes económica.
No esperar algo muy chic, pero sí muy eficiente tapas de las grandes con cada caña y cañas de buen tamaño y que sirven para entrar al concierto a tope de energía.
Muy recomendable para la previa si vas a un evento o concierto en los alrededores (Caracol, Circo Price, Casa Encendida…).

Un bar que hace las delicias de ser el «bar de la previa de conciertos», puesto que es el bar más cercano (sino el primero) a la sala Caracol. Cañas con sus tapitas, mini-​raciones de empanada (casera), queso y sus famosas tortillas que descubrí ayer. Una maravilla de la repostería hecha con 18 huevos! Tuvimos que preguntar al camarero de cuántos huevos estaba hecha por lo impresionante que eran. Y está deliciosa no, lo siguiente!
Se va a convertir este bar en mi favorito a partir de ahora cuando repita concierto en las proximidades ;)

Pinchos de tortilla gigante, acompañados de una botella de sidra. Pero incluso para tomar una caña, buena tapa de acompañamiento. Y si además, vas de concierto a la sala Caracol, este bar es lugar obligado para picar antes o incluso durante, ya que está proximo a la misma.

We were walking by and noticed this place was playing the USA — Belgium match on the flatscreen, and so the three of us ducked inside. We were charmed immediately by the taxidermy: the mounted heads of stoic bucks, a ram-​ewe couple, and as coat hangers the upturned hooves of unlucky deer. «Charmed» because it had been some time since any of us had stumbled upon a true «greasy spoon».
While American goalkeeper Tim Howard was setting a record for most goals stopped in recorded World Cup history (16, to Belgium’s shame), I sipped Martini vermouth and picked at an oily chorizo empanada, and later a pincho of tortilla. Plates of these tapas, the kind that has sat out all day, accompany basic drink orders. The waiter balked when we ordered waters to accompany our drinks, as water is for fish, and the waitress gave us a lot of stink-​eye because she was Portuguese, and the Americans had knocked her boys out of the World Cup. I loved them both immediately.
The bar was occupied by four police taking a break from their shift. Of course they were drinking vermouth and cocktails, and watching the match. Of course they drove away at half time. Outside the door a «smoker’s stool» is placed, for the bartender or whoever needs it. The door is flanked on the one side by a cigarette machine and the other, a pair of chintzy slots: «Java Treasure» and «Gnomes». The walls are pastel-​pink.
The floor remained littered with discarded tapa shreds, napkins and receipts until closing-​time. I noticed that my friend had spilled her drink a bit and the liquid was traveling slowly across the tabletop and I thought to myself, «this is the kind of place where it is okay to just let it happen», and none of us, if the others even noticed, made any attempt to wipe it clean.
All of these qualities are worth a lot in the arena of greasy spoons. These sorts of places are disappearing in the USA at least, relics of the 1970’s, and it was refreshing to have discovered one. I imagine their breakfast cures hangovers and the clientele is largely regular. Don’t let that stop you. If you are in the mood for lowbrow, working-​class greasy spoon goodness, stop in here. At least for the taxidermy and complimentary shot after your meal.

Creo que este bar va a iniciar mi lista de «Bares en Madrid que con dos cañas cenas, vaya tapas!»
Bar de barrio, al ladito de la Sala Caracol y detrás del circo Price. Con televisores para ver el futbol los fines de semana, incluso para meterte entre pecho y espelda un bocadillo de panceta para desayunar!
Pero sin duda, lo mejor son las generosisimas tapas que te ponen con la caña! La empanada gallega (si tienes suerte, rellena de pulpo!), la tortilla de patatas gigante, alitas, pulguitas…
Y sobretodo, el Pulpo braseado que está es-​pec-​ta-​cu-​lar!
De esos sitios que te puedes liar a las 12 del mediodia, y cañeja tras cañeja, marcarte una maratón que salgas del bar rodando a las 10 de la noche xD

Mañometro: «Aibadai y no me traigas mas estalentao»
En plena planicie de Semana Santa, y mientras todos los Unilocalies se encontraban en diversas playas, montañas o pueblos perdidos de la mano de Dios, con una mezcla entra envidia malsana y malaleche bien avenida, la señorita Merche M y yo nos decidimos a vernos un show en el circo Price que no tuvo desperdicio, pero como se diceen Conan… eso es otra historia.
El tema es que andábamos un poco perdidos por la zona, no es de las que mas solemos visitar y siempre hemos tenido «problemas» para encontrar un buen sitio cuando hemos visitado estos lares, esta vez, decidimos ir preparados y habíamos pre-​seleccionado «El Valle» como nuestro lugar de destino.
Un acierto !! Asi sin paños calientes, y ojo, que el primer contacto es cuanto menos curioso, se trata de un yayo-​bar en el que nada mas entrar dices … «Maldito Unilocal,ya me la han jugado» eso sí, basta con ver aparecer la primera tapa para decir «Maldito Unilocal,otra vez que me voy rodando a casa».
Con el tinto y la cerveza aparecieron 2 trozos de empanada y queso manchego como tapa, como andabamos bien de hambre pedimos un bocata y un pincho de tortilla que resultaron ser mas grandes que ciertas crías de mamifero, para intentar pasarlo pedimos otra consumición que vino con tapa de jamon iberico … demonios !!!
Cuando estabamos saliendo por la puerta entraba una patrulla de la policía nacional a merendar, ya sabeis aquel dicho de que donde van camioneros o policias exito asegurado !!

TAPAS. Así con mayúsculas. Tapas muy abundantes y muy buenas con cada caña :) Es mi «bar de la esquina» y es bastante probable que me encuentres tapeando por allí. La tortilla es una maravilla (rima no intencionada) y el resto de cosas también, por no hablar de lo bien tiradas que están las cañas y de lo genial que es el personal. Si tengo que decir algo malo, diría que es fácil dejarse llevar con el número de cañas por eso de que te pongan otra tapa más «y así ya cenas», pero vamos, que no tiene por qué ser eso algo malo, ¿no?
Tenía el comentario sin acabar porque me pasa lo que comenta Cristina, casi mejor no difundirlo mucho, no vaya a ser que se llene más de lo que se llena ya ;)

A este sitio le voy a llamar «el comodín del público». Lo mismo no estña en mi top diez de sitios a los que eligiría ir pero si estoy por la zona no me lo pienso.
Fuimos a tomar unas cañas/​brunch/​aperitivo/​comida/​merienda… la idea era comer algo antes de ir al mercado de motores pero lo alargamos hasta las 17h. El sitio agradable, la tortilla buenísima y con las cañas te van poniendo patatas con bacon, salchichas y picoteo (vamos, que tomarte algo te sale por un muy buen precio)

Estoy con Avelino. Es uno de esos sitios que «prefiero» que no se conozca demasiado porque me gustó bastante para esas cañas domingueras por ejemplo. Y a eso fuimos, antes de ir al Mercado de Motores al que no llegamos porque diluviaba, así que alargamos las cañas hasta las 5 de la tarde y muy bien :)
Con las cañas te ponen siempre una tapa, una buen tapa, en plato de ese que tienes que compartir con el resto y hay codazos ;P
Me moría de ganas por meterle mano a ese pedazo de tortilla de patata que aparece en las fotos y, no siendo de las mejores que he comido, sí debo decir que se ha posicionado en mi top ten :)
Las tapas que te ponen con las consumiciones pues tampoco os esperéis algo tipo cocina de autor: torreznos, patatas con huevo y bacon o jamón y cositas así, pero muy sabroso todo.
Si vas con tiempo un domingo cualquiera como nosotros, es posible que podáis sentaros en una mesa.

Antes de entrar en la Sala Caracol nos tomábamos unas cervezas en El Valle.
Además con los aperitivos que ponen si eres de poco comer te ahorras la cena.
Especial mención a la tortilla de patata de 8 cm de grosor y al lacón a la plancha.
Las cañas (bueno, los dobles) bien tirados y fresquitos.
Buen sitio para después del PRICE y así no mueves el coche

Las «pulguitas» de jamón para desayunar son un bocadillo bastante decente.

Este sitio es brutal, con las cañas, sidra o cualquier cosa que pidas te ponen unas tapas que no te lo crees (más que tapas son platazos de comida) y sales de ahi habiendo pagado casi y nada y hasta arriba de comer. La sidra es asturiana y cuesta 5 € la botella, riquísima… También tienen una tortilla de 15 cm de altura buenísima…
La atención rápida y cordial. Lo único malo la decoración, tiene animales disecados y eso, pero por el precio, calidad y cantidad, le pongo 5 estrellas–

Fuimos el otro día a cenar y celebrar un cumpleaños. Nada más llegar, nos recibió una tortilla de 15 cm de altura, que no se debía al abuso de la levadura, como en otros sitios, sino a muchas patatas con huevo.
Pedimos botellas de sidra sin fin, chorizos a la sidra aunque no estaban en carta, deliciosas patatas al cabrales, oreja, huevos rotos, bocadillos… Y al final salimos a 9 euros por persona. Un lujo. Todo muy rico y el servicio fue rapidísimo.

Lo tienes justo enfrente de la Sala Caracol.
Nada mejor para entrar con el estómago lleno.
Ofrecen cocina gallega a buen precio, muy buen precio y mucha cantidad.
Con sólo la consumición ya te ponen una tapa grandecita. Así que todo depende de los comilón que seas.
Tienen menú por 9,50 euros en el que podrás degustar platos de la cocina gallega.
El arroz con bogavante no suele ir en el menú, si decides ir a comer es una gran opción. Es uno de los mejores sitios en los que lo he probado.
Si vas de raciones no puedes dejar de pedir la empanada, la tortilla de patatas, el pulpo y las croquetas. Y si te queda hueco para un postre pídete las clásicas filloas y quedarás la mar de contento.