Un bar y restaurante de grandes dimensiones, en medio de una zona residencial y de oficinas. Mis visitas a este local han sido para desayunar y comer; en el primer caso, todo era muy bien, porque los productos aquí siempre son de buena calidad, y además el servicio era encantador. Cuando he vuelto a ir al local para comer, siempre me he ido con buen sabor de boca, y con algún «pero». Por empezar por lo negativo, es cierto que abarcan demasiado; es un gran local en el que hay zona de copas, bar de cañas y restaurante; en ocasiones esto puede provocar demasiado lío y variedad de gente. Por otro lado, aunque es verdad que siempre les hemos pillado en situación de estar«a tope», pero la valoración del servicio ha bajado un poco. Y el salón para comer, demasiado grande y mesas muy juntas, lo que genera mucho ruido cuando está lleno. Si nos vamos a lo bueno, la comida realmente siempre esta muy buena, se nota que es calidad, y que no escatiman en ponerte buen producto. El menú de fin de semana, a 16 €(buen precio), aunque este año lo han subido a 18 €, incluye primero, segundo, bebida, postre y café. Decir que es variado, que el arroz con bogavante y las carnes están buenisimas, y que el postre es casero.
Luis J.
Classificação do local: 2 Madrid
Era una noche de sábado y qué mejor que cenar con amigos en un sitio agradable, tapas, copas(o coca colas), buena charla… todo bien, pero claro, lo difícil es acertar con el lugar y con El Trillo, personalmente creo que no se acertó. Es un local amplio(con más ancho que fondo) en el que se ha intentado(sin lograrlo), combinar cena y copas en un solo espacio. La idea, a priori puede ser buena e inteligente(tienes todo sin moverte del sitio), pero a la hora de hacerse efectiva, hace aguas en lo más importante, la comida. No soy muy aficionado a las tapas, siempre he pensado que están un poco sobrevaloradas y por lo general te suelen costar un riñón(estén o no muy elaboradas). Pero opiniones aparte, la idea de El Trillo me pareció un tanto pretenciosa, incluido el menú, en el que fuimos testigos de una especie de bandeja de madera(para que parezca más casero la cosa) donde sobre una cama de patatas fritas(congeladas, por supuesto)(ya se sabe que eso gusta a casi todo el mundo) había un festín de carnes de todo tipo(algunas más duras-secas que otras), pescado frito y frituras varias(congeladas, claro). Además podías encontrar alguna loncha de jamón serrano y unas pocas alitas de pollo. Todo ello por el módico precio de 35 euros. La idea puede resultar interesante. Tocas todos los palos y seguro que gusta a todos, pero la presentación me pareció horrorosa, porque ni siquiera tienes la certeza de que lo que te estás comiendo no son sobras sin tocar de otras bandejas anteriores. Quiero pensar que no, uno suele pensar bien de la gente. Además de que los sabores se mezclaban a su antojo. Podías, fácilmente, tomarte una patata con sabor a chorizo, y coger otra con sabor a calamares. Imperdonable y chapucero. Por lo demás, el servicio era correcto, poco hablador y eficaz. La sala de la comida(la más amplia junto a la de la barra) tenía una decoración poco moderna. Íbamos con un niño pequeño y además había opción de trona para él(eso si, no había cambiador en los baños, pero esto quizá no es tan habitual en restaurantes de este tipo). A su favor, tenían un microondas para calentar la comida que además puedes manipular tu mismo. Personalmente es un sitio que no recomendaría por que la calidad de la comida es bastante baja, así como la presentación. El trato es correcto pero sin llegar a ser mucho más. El ambiente es normal(como cualquier bar de este tipo). Sin duda creo que deberían mejorar la carta, no tratar de abarcar tanto(la zona de copas-discoteca, creo que sobra), y remodelar un poco el local, hacerlo más moderno y atractivo.
Elena V.
Classificação do local: 2 Parla, Madrid
A ver…¿por donde empiezo…“Quien mucho abarca, poco aprieta”. Esa es la frase que a mi parecer, resumiría este sitio. Estuve un sábado por la noche, en plan con amigos para cenar y demás. Nos dejamos aconsejar ya que unos conocidos van mucho por alli y nos pareció un buen lugar. Tapas, raciones, etc… cena de picoteo. El lugar tiene tres zonas diferentes, la entrada con la barra y unas pocas mesas para tomar algo de raciones y demás, un salón más elegante con mayor número de mesas y donde parece que también celebran eventos especiales y donde cenamos nosotros ya que éramos 11 personas. Y lo que más me sorprendió, otra sala junto a los servicios que es un bar de copas. Un tres en uno. Para cenar nos dejamos guiar por los que suelen ir y pedimos patatas mixtas(un clásico del picoteo), patatas congeladas y salsas preparadas(parecían de bote, pero no lo puedo asegurar) y lo que más me sorprendió(a la par que horripiló) dos tablas mixtas de carne y pescado. Hay alguna foto por aqui, las podéis ver. La idea es buena, para todos los gustos. Yo solo probé escasamente el bienmesabe y los calamares. Las patatas fritas sobre las que ponen el pescado y la carne no tenían gran pinta la verdad y la carne era una mezcla de pinchos morunos, chorizo, panceta, carne de cerdo, morcilla, alitas de pollo… A mi la presentación ya me mató. Mucho no debió impresionar ya que se quedó la mitad…(35 € creo recordar que costó cada tabla) Y de postres no puedo opinar ya que no pedimos ninguno… Sinceramente no volvería. No me gustó la comida… Quizás la elección no fue acertada porque sin embargo pusieron una tapa de pisto con huevo y estaba muy rica…