Entiendo que la cerveza de importación te la cobren cara. Pero no entiendo que todo lo demás, también. Este sitio está a medio camino entre un pub irlandés y la típica cervecería alemana. Si te mola hacer la gracia de ponerte tú mismo la cerveza tienen mesas con los grifos incluídos: tú te la pones y luego pagas el contador, como en los taxis. La comida no es muy allá. Te ponen roscas de ésas que venden en los supermercados para meter al horno por 7 €. Y por el mismo precio una ensalada César decentilla.