El Rastro

El «mercadillo» de Madrid, gigante, enorme… Puedes encontrar de todo, desde aparatos inservibles de seguntada mano, hasta la ropa más hipster y moderna del momento.
Puesdes comprar arte, música, navajas, ropa de moda, ropa especializada, de segunda mano… Hay de todo lo que te puedes imaginar, incluso gente, multitud de gente, a veces hay tanta gente que te impide avanzar por las calles y resulta incómoda la visita.
Pero merece la pena ir de vez en cuando, a comprar alguna cosilla y a tomar unas cañas, ya que hay multitud de bares por los alrededores.

Un día de Rastro siempre es un gran día. Perderse entre los diferentes puestos y encontrar mil cosas diferentes puede ser muy, muy interesante. Lo peor es que, a veces, compras cosas innecesarias… Pero, aquí, puedes encontrar de todo.
Y, es que el Rastro lleva asociado emociones, olores, recuerdos… Y, cuando terminas de recorrer la parte que te has propuesto recorrer ese día… Puedes deleitarte con unas sardinas, encurtidos, caldito, tostas… porque los alrededores del Rastro son muy potentes y dignos de descubrir.
Como consejo decir que no os planteéis recorrer todos los puestos y poder disfrutarlos. El Rastro es grande y hay mucha gente, demasiada en muchos momentos. Asi que objetivos pequeños, concretos y realizables, luego vete a por esa caña que te va a dar el subidón que necesitas para hacer del día un día estupendo.

As recommended by a friend, I decided to hit El Rastro on a Sunday morning when it transforms itself into a gigantic flea market.
By the time I got there it was around 12.30 and I feared that it would be closed, but it was fully operational and super super crowded that I really couldn’t walk straight. There were many street music performers who played the music beautifully and complemented the hippie/​gipsy atmosphere. It was fun at first and there are some shops that has gorgeous leather products, but in no time it started to feel like any touristy pseudo market. I kept seeing the same thing they sell in NYC flea market! Personally I much prefer rastros that are held in small towns like the one I visited in Collado Villalba the other day. Those ones have really weird products they pull out of grandma’s closets.

Pros:
**I found an incredibly gifted leather worker who was also selling a beautiful cow hide tapestry.
**The guy who plays crystal glasses. He made them sing like flutes.
**A few decent antique booths
Cons:
**A lot of low quality, mass produced items.
**Vendors did not seem to want to barter.
**I was stopped by a couple women and advised to hold onto my purse TIGHTLY.
**It wasn’t long before the crowds became overwhelmingly thick.

Nunja, einen Flohmarkt gesucht, aber irgendwie wurde man nicht so ganz warm damit :(
Sehr sehr viel Ramsch und nunja :(
Dazu kommt dann noch, dass es keinerlei Essensstände oder sowas gibt und er sehr voll ist, war nicht meins muss ich sagen, es gab echt nur alten Krams und nichts schönes in irgendeiner Art & Weise :(

Adoro el rastro, no hay nada que me guste más que pasearme los domingos cotilleando los puestos y antigüedades. Bueno sí quizá hay algo que me gusta más, el ir descubriendo sus bares y picando ahí y allá.
Lo malo, que siempre está lleno todo pero con un poco de paciencia y buen humor se disfruta igual, que le vamos a hacer si somos muchos a los que nos encanta esta zona de Madrid! XD

El Rastro y Madrid, Madrid y el Rastro. Dos cosas que van siempre juntas.
Para los madrileños el Rastro es un emblema de la ciudad, como lo pueda ser la Puerta de Alcalá o la Cibeles. Recuerdo venir de pequeño con mi padre a cambiar cromos, buscar cintas de música o videojuegos para mi viejo spectrum.
De más mayor buscar entre los puestos de viejos vinilos alguna vieja joya que se le hubiera escapado a alguien o visitar los puestos de material de fotografía.
Pero la verdad es que estos últimos años creo que ha perdido un poquito su encanto y se está convirtiendo casi en un mero mercadillo de ropa barata y poco más. Aún quedan algunos de los viejos puestos de siempre, pero la cosa se parece cada vez más a un mercadillo de barrio periférico, eso sí, hasta arriba de gente que cuesta hasta pasear.
De cualquier manera, si visitas Madrid, es algo que hay que visitar, sin duda.

Great flea market available on Sundays. Cheap finds & always great for tourist & locals alike. Also a great place to find cheap souvenirs!
This market is a must if you’re shopping in Madrid!

Quizás es porque soy relativamente nueva en Madrid (llevo sólo 6 años) y no he conocido el verdadero Rastro… mi pareja habla mejor de este evento que yo, pero es que él es autóctono y ha debido ver los buenos momentos de los que todos habláis. Describe los años de su hermano como coleccionista de sellos y monedas y madrugar todos los domingos para ira Pza. Mayor para cambiar, comprar y vender. Y habla de callejones donde se vendían todo tipo de manualidades que yo sólo he podido ver contados y no llamarme ninguno la atención. De tomarse un bocata de calamares en el bar más guarro del callejón tal.
Lo que sí veo a tropel son los mismos puestos de mercadillo, con la misma ropa al por mayor con precios que varían 1 – 5 € entre ellos, bombillas y cuerdas de tender, camisetas frikis o heavys, pañuelos, zapatos, menaje, etc… La calle «de los animales» donde comprar una correa para el perro al mismo precio que la tienda de detrás y poco más (bueno, en Pza. Mayor sí veo lo que mi pareja puntúa: intercambio de monedas, cromos, sellos…)
La verdad, cuando voy me siento como en cualquier mercadillo quitando los puestos de fruta y verdura, embutidos y aceitunas.
Sólo voy antes del verano a abastecerme de algunas faldas largas y pantalones de esos anchos hippies para no pasar tanto calor los meses venideros.
Quizás es que me falta el buen sabor de boca que dejaba el famoso Rastro a los madrileños durante tantos años… pero el nuevo Rastro, el que hay ahora, para mi gusto y para el de los niños que crecerán y van a conocer esta versión del Rastro, deja mucho que desear.

Named for the «trail of blood» left by dragging cattle from the slaughterhouse to the tannery district, El Rastro is now Madrid’s massive weekly open-​air street market.
We met our motivated young-​adult daughters at the statue of the legendary soldier Eloy Gonzalo in the Plaza de Cascorro, the sentimental center of the marketplace. Thousands of market stalls lined Calle Ribera de Cutidores and all of its side streets.
Vendors peddled everything from dull discount lingerie to magnificent military gas masks. I purchased a genuine goat skin wine bota bag at half the price of the tourist shops around Sol, and picked up a wrist watch for € 5 that became a pocket watch a week later when the cheap plastic band snapped. In the Plaza General Vara del Rey, a card trader sold us a complete set of 18 Barcelona FC player cards for our soccer-​loving nieces.
All shopped-​out, we found a bar for beers, croquetas, and green olives. By local custom, we threw our paper napkins and olive pits on the floor, paid the bill, and dragged home our treasures, careful to avoid the illusory trail of blood.

Como en botica, y como dice el refrán, en el Rastro hay un poco de todo, pero sobre todo, lo que hay es gente. Un inmenso reguero humano de personas que deambulan por entre los puestos, y que tratan de sobreponerse a los gritos que anuncian suculentas ofertas. Aunque todavía quedan puestos con sabor añejo, que siguen vendiendo lo que algunos no quieren, otros consideran basura, y otros pocos tesoros; también han crecido como setas los puestos en los que se ofrecen cosas que se pueden encontrar en cualquier bazar cutre, y que desafortunadamente le da un aspecto barato.
Pero la verdad es que todavía hay en el rastro muchas cosas interesantes. «La plaza de los gitanos», con esos abrigos de pieles de segunda mano. La zona de las antigüedades y del mercadeo vintage, cada vez con precios más prohibitivos. Y por supuesto la zona de los cromos, donde se compran y se venden colecciones, y se intercambian cromos al soniquete de sile, sile, sile, nole.
Lo cuidamos poco, y la culpa es nuestra. Porque la realidad es que, en el Rastro, hay muchas cosas, pero sobre todo es parte de la historia de Madrid. Y así ha quedado reflejado en canciones y en películas (no hace falta que le recuerde a nadie que en ‘Laberinto de Pasiones’, Cecilia Roth se iba al Rastro a ver paquetes, ¿no?). Uno de los mercados callejeros descubiertos más antiguos de Europa debería de gozar de más salud… y desde luego, de más apoyo institucional.

This place is huge and ranges many streets. It is a flea market, so don’t be surprised if there are stalls selling tools, or windshield wipers. It’s nice to see this part of town and just people watch.
Don’t be afraid to go down the side streets, some are set up with more art, or antique shops.

Sentimientos encontrados para un rastro que quiere ser y, a veces, no puede. Ha estado a punto de perderlo todo de manos de un alcalde que por cejas tiene un par de cepillos de barrendero. Es un mercadillo al que en la calle principal le falta buena materia y le sobran las cosas fabricadas en la omnipresente China, un mercadillo al que en los laterales, aún a buenos precios también le sobran trastos… Sentimientos encontrados muy positivos a favor de las almonedas de toda la vida, a favor de esas tiendas de objetos imposibles que a se apilan abigarrados en pequeños espacios que han pasado de padres a hijos.
Con alegría también miro esa nueva hornada de galerías y pequeños espacios casi de arte que conforman ese Nuevo Rastro maravilloso que trae nuevos aires y nueva sangre a este espacio tan necesitado de buenos materiales en abundancia suficiente.
Lo que más me gusta es ir pronto y perderme por ahí entre las tiendas pues más tarde se convierte en una especie de mar humano en el que es prácticamente imposible caminar.
Un valor esencial de este mercadillo y elemento diferenciador de los del resto del mindo es el birrismo y el tapeo que lo acompaña. Más bien el tema de cañejas que el tema tapas, pero ahí están, esas tostas eternas de gulas, pulpo, tortilla, bravas, lacón y etcétera per seculam securlorem.
Larga vida al Rastro.

Un clásico del centro de Madrid. Si de verdad quieres buscar y comprar algo te recomiendo asistir antes de las 11 de la mañana ya que después de esa hora empieza a llenarse de gente y a partir de las 12:30 — 13:00 es una marea humana la que recorre las calles del rastro. Muy recomendable también acompañar la visita con un tapeo y unas cañas por los bares que hay en el barrio.

El Rastro es fascinante. Compré una pintura pequeña y muy barrata, que no era un Picasso (jaja) pero era muy linda hecho. Puedes encontrar todos los tipos de objectos extraños en El Rastro.

The other reviews are right. We made a friend in Madrid and she took us here. You do not necessarily go here to shop but to experience the largest, craziest flea market in all of Europe. (A least that is how they market it) Okay you can shop here, but the deals were not spectacular or anything.(except for my shoes) You might pick up something just out of the oddity of the items. lol! I swear I felt like a cattle being led to slaughter here. I have never been in one place with so many people pushing and shoving into me, and I have been to some pretty crowded places in my time. (We even witnessed a pickpocket incident here. Madrid has issues with so be careful on the train and in public) My continued question of the day was, «How in the world do you shop at this place with so much madness and all these crowds of people?» Interestingly enough I did and even bought a pair of shoes, dead cheap (2 bucks on Euro exchange, WTH?) and super cute to boot. I swear they were probably stolen. Brawhaha! I had to bump into like 50 people to try them on. It is an experience to say the least.
I gave Rastro 5 stars just for the sheer hilarity of it all. Also, for winning the prize for, «Things I never thought I would do on my long awaited trip to Spain» category Bucket List-​lol — - For shopping, only a one or two star rating from me. Go to the shops or Toledo for cool trinkets/​souvenirs.

Considered to be one of the oldest parts of Madrid, El Rastro hosts a flea market every Sunday morning. This is the time to visit the place, which is basically a big neighborhood with a couple small squares and lots of stores and some cafes and eateries.
The market is amazingly big and you can pretty much find most things, although I always keep an eye out for art nouveau and deco objects but saw none at all. The best place to find antiques are the tables set up outside the antique shops, but of course they know what they have and so you won’t find any great bargains.
In one of the squares there were many people selling cards — soccer cards! They also had other types as well, including Pokemon cards, but soccer was the most popular. This was the part that I found most unusual.
It is defiitely worth a few hours of wandering around.

This place is listed as one of the top sights to see in Madrid, but I would not include it in the top tier. It is a massive shopping area with streets and streets of good things and not so good things to buy. However, after about the first block you start to see the same things over and over again.
We walked through in about 90-​minutes with no one buying anything. There were a few cool things, but apparently nothing too irresistible to us.
In conclusion, check it out if you are in Madrid on a Sunday morning, but it is not worth planning your trip around.

After seeing El Rastro on multiple lists of «must-​sees» in Madrid, I got my lazy butt out of bed on Sunday morning and made the trek down to the market. I arrived around 9:30, and found many of the vendors were just setting up. By the time I left around 11:30, the place was fully operational and packed with shoppers. Although the market opens at 7, it seems like very few booths are actually open then.
El Rastro was impressive just for its sheer size. I’ve never been to an outdoor market this large. However, I was disappointed in the merchandise. After all I’d read, I’d expected this to be a place to buy local products and handicrafts. Instead, many of the booths sold very standard tourist crap. In fact, the same merchandise cropped up at booth after booth – the same t-​shirts, plastic toys, cheap cotton dresses, etc. The products made El Rastro feel like a tourist trap.
I will say, the listed prices for at least some of the items were a few Euros less than they cost in the brick-​and-​mortar souvenir shops (for example, the simple cotton dresses in solid colors). Supposedly you can also barter at El Rastro, so this may be an economical option if you plan to buy these types of items.
You’ll see a lot of people warn you to be careful with your belongings. I didn’t feel El Rastro was particularly dangerous, as long as you use the same common sense you would in any extremely crowded environment. That said, there were an especially large number of street performers and panhandlers here, and it’s easy to get distracted with so many things going on around you.
I would recommend hitting up El Rastro for people watching, but I didn’t find it useful for shopping.

The Rastro is incredible! This is one of the biggest flea markets in Europe, so you cannot pass this opportunity up! You can find so many great things, I took great interest in the accessories. The scarves and jewelry were so beautiful and unique and the vendors are very willing to bargain with you! It is VERY busy, considering it is also once a week, so definitely go towards the morning as it is cooler and less claustrophobic. Keep an eye on your handbags and pockets! This is a great place where pickpocketers can get you the easiest!

Quien puede decir algo negativo de este lugar???
No he leído los otros reviews, pero a verdad que siempre la he pasado bien cuando he ido a este lugar. Pero eso si, tienen que ir temprano para q puedan apreciar todo lo que se puede comprar y ver y bueno lo que quieras hacer.
Aquí encontré varios regalos, de todo los precios para todos los gustos.
Y saben xq le llaman el Rastro?
Lo compartiré en el próximo update :)

Mercadillo dominical que abarca varias calles en la zona de la Puerta de Toledo. Perderse entre la gente y los puestos callejeros es toda una experiencia.

A veces apetece dar un paseo cuando hace buen tiempo por las calles del Rastro para ver que hay en el gran mercadillo de Madrid. No soy un gran fan pero me divierte sobre todo la zona de libros y de antiguedades, siempre puedes encontrar algo interesante.

El Rastro on Sundays is a hectic and insane experience. It’s like an entire neighborhood decides in unison to offer up everything from scarves to shower heads. I even saw a kitchen sink for sale. There’s gotta be a joke in there somewhere.

Se encuentra de todo si se busca un poco y a bajo precio. Yo recomiendo ir pronto porque luego se llena bastante y hay que tener cuidadito con las carteras y bolsos para que no haya sustos.
Buena opción para pasar la mañana de un domingo y tomar unas cañas por La Latina.

El Rastro es un mundo maravilloso en el que cada domingo se dan cita cientos de «comerciantes» que ponen a la venta todo lo imaginable, para regocijo de los madrileños y forasteros.
A mi particularmente me gustan los puestos trastos de decoración de segunda mano. Me gusta revolver y rebuscar marcos, espejos antiguos, lámparas de petróleo, etc. Para mí el rastro comienza en la Plaza del rey, y normalmente suelo pasar de largo por Ribera de Curtidores. Si te van los muebles viejos, las mejores son las calles de Miraelrío.
No todo en el rastro son gangas así que tienes que ponerte a su altura y ser al menos tan sinvergüenza como ellos, que es lo suyo.
No hay nada mejor que acabar el rastro en alguna de las tascas, o tomando unas tapas del Extremeño.

Everyone told us that we absolutely could not miss El Rastro, and by everyone I mean Spanish friends, other visitors, tour books and everyone else. So we purposely planned to be in Madrid on a Sunday.
Well, neither of us was that impressed. I think we must have missed a big section somewhere, because the parts we saw were either junk stands that wouldn’t make it at the Long Beach Swap Meet, huge pile sales of clothes where nothing was older than 1995, or else full of falluca (you know, sunglasses, Rolex watches made in China and the like), and hippie-​style clothing.
If you’re looking for vintage/​antiques, the Clingancourt market (I think that’s what it’s called) in Paris is a WAY better destination. There, I could drop all my lottery winnings in a single afternoon.
It was nice as an experience, but our expectations were definitely way too high.

Sin duda uno de mis lugares favoritos de Madrid. Llevo yendo toda la vida, y es un vicio del que no me quiero quitar…
Mi zona preferida es la plaza donde se ponen los de los cromos (la Plaza del Campillo del Mundo Nuevo), que me trae recuerdos de la infancia. Allí era donde completaba mis colecciones (cambiando cromos, que era lo más divertido, o comprándolos, si no había otro remedio).
En esa misma plaza hay también varios puestos de revistas y fascículos (otro de mis vicios) que siempre reviso minuciosamente, así como los puestos de libros de los alrededores, donde encontrarás habitualmente buen número de gangas a uno, dos y tres euros.
Siempre comienzo mi recorrido del Rastro en esta plaza, y luego me dirijo a la Ribera de Curtidores para buscar vinilos. En el ínterin, me dejo sorprender por cualquier puesto al que se dirija mi vista, haciendo frecuentemente itinerarios alternativos a donde me lleven los pies. Y cuando he dado por concluidas mis compras, unas cervecitas en cualquiera de los bares de la zona, habitualmente abarrotados, pero con un ambiente inimitable.
La lástima es que el Rastro ha encarecido muchísimo en todos estos años, y cada vez es más difícil encontrar auténticas gangas. Pero aún las hay: sólo tienes que buscar bien.

Qué decir del Rastro… Me encanta y, aunque no voy ni mucho menos todos los domingos, sí que me gusta ir de vez en cuando. Eso sí, si vienen a verme de fuera, es visita obligatoria. De hecho, hace poco vino una amiga de Austria a verme y la llevé. Le gustó mucho y además compró varias cosas, tanto caprichos como regalos, y es que la variedad de cosas que puedes encontrar en el Rastro es imbatible, tanto de primera como de segunda mano. No todo es igual de barato, de hecho hay de todo, pero a veces puedes encontrar verdaderas gangas e incluso encontrar rebajado eso que tanto tiempo llevabas queriendo comprarte.
Creo que todo el mundo debería ir al Rastro al menos una vez en su vida y ver al chulapo que vende barquillo, a los ancianos vendiendo tebeos, al señor que reparte consejos para prevenir el sida, a los gitanos vendiendo ropa, comerse un bocata + refresco por 2,5 € sentado en un portal… Por cierto, me enteré no hace mucho de por qué se llama El Rastro, e igual muchos ya lo saben: se refiere al rastro de sangre que quedaba en esta calle al llevar la carne al Matadero de la Villa (no soy muy ducha en historia, pero viene a ser algo así).
Lo ideal si quieres evitar las grandes masas de gente es ir a primera hora, consejo que, por otro lado, ni yo misma me aplico, porque suelo ir a última hora, cuando la gente empieza con las cañitas pos-​Rastro.

El rastro de Madrid es uno de sus mayores atractivos tanto para autóctonos como para foráneos. Éste es el particular zoco de la capital y lleva siglos haciendo las delicias de los madrileños (en su web podéis echar un vistazo a sus orígenes y su historia).
El rastro se trata simplemente de un mercado al aire libre con multitud de puestos diferentes en los que podrás encontrar artesanía, ropa, telas, cuero, gafas de sol, artículos de segunda mano, chatarra… de todo!!! El rastro se monta todos los domingos y festivos, ¿quién dijo que los domingos tenían que ser bajoneros? un planazo para el último día de la semana es acercarse tempranito al rastro, a echar un vistazo o a gastarse el dinerillo en algo que veas que te gusta (ayer me compré un llavero hecho con tela a mano de Jack Sparrow!) y luego irse a tomar unas cañas y una tapas por lo bares de los alrededores.
Sin duda uno de mis rincones favortios de Madrid!

El Rastro de madrid es un mercado al aire libre de objetos de segunda mano y también de primera que se organiza todos los domingos y festivos en el centro histórico de Madrid. Surgió aproximadamente en 1740 en las cercanías del «Matadero de la Villa. Lugar de gran contenido histórico. literatura, cine y teatro hacen mención a él en alguna obra buscando una imagen del gente ‘campechana’ y de costumbres.
En la actualidad, numerosos tours turísticos hacen parada en él.
Para ir a verlo cómodamente hay que madrugar un poco, pues a partir de las 11 de la mañana se empieza a llenar de gente y si quieres ir mirandos los puestos sin prisa puede resultar incómodo.
Para llegar: La red del Metro de Madrid permite el mejor y más comodo acceso al rastro desde las líneas:
Línea 3 en sus estaciones de Embajadores, Lavapiés y Sol.
Línea 5 en sus estaciones de La Latina, Puerta de Toledo, Acacias.
Línea 1 en sus estaciones de Tirso de Molina y Sol.
Línea 2 en sus estaciones de Sol y Opera.
También se puede acceder desde las líneas de autobuses de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, EMT, en sus recorridos cercanos a algunas de las calles del Rastro. Y a través de Cercanías Renfe: C-​5 Embajadores.

Es uno de los mercadillos más populares y concurridos de Madrid. Se monta los domingos por la mañana y es posible encontrar en él verdaderos chollos.
Se vende de todo: libros, ropa, tecnología, cosas de coleccionismo
Qué mejor plan que ir al Rastro un domingo por la mañana?

Der Rastro ist das beste was man an einem Sonnatgmorgen machen kann! Es ist eine Mischung aus Flohmarkt (eher in den Nebenplätzen) und Neuware. Jedoch ist die Neuware im Unterschied zu den deutschen Flohmärkten kein Ramschzeugs sondern Sachen, die ich vorher noch nie irgentwo anders zu kaufen gesehen habe. Es gibt von Kleidung über Jonglierutensilien und Taschen jeder Art auch tolle Handwerkprodukte.
EIn Muss für jeden Künstler und Leute, die keine Lust mehr auf Standart-​Touri-​Zeugs haben!

El rastro es uno de esos lugares típicos de Madrid. Allí puedes encontrar absolutamente de todo. Hay puestos en los que venden ropa, bisutería, cómics, viejas cintas VHS, antigüedades, revistas lo dicho, de todo. Si te gusta curiosear se te puede ir la mañana entera paseando entre los tenderetes.
¿Lo peor? Las aglomeraciones de gente y los carteristas. ¡Tened cuidado con los bolsos y ni se os ocurra llevar la cartera en el bolsillo trasero del pantalón!

Really fantastic way to spend any Sunday (until 3pm siesta). Starting where the guidebook tells you, you’ll find stalls similar to any in the world, very Camden markety, lots of silly tshirts and smoknig paraphernalia. But as you head further south and branch off into the little squares and side streets, then you get to the real stalls, the real people, selling all kinds of rubbish. Most popular seem to be old picture frames and old tools, but at the southernmost point there was a square almost entirely devoted to magazines and comics of an adult nature. At the farthest corner a man was flogging what appeared to be a heroic home collection of video porn, dating all the way back to the Betamax era. Lots of mainstream videos for sale too, about EUR1, so if you are keen on cheap spanish movies and know what you’re looking for this is the place to head too. The dvds however are not cheap; I think the attitude in Spain is that dvds are still the latest thing, so the cheapest are EUR5. There are fantastic little streets solely devoted to antiques and collectables from movies, tinker toys and the like. I will study the map and edit in more street names, but really it’s a place you have to walk around and just sense where the bargains may be.

Da ich das Glück hatte an einem Sonntag in Madrid zu sein, wollte ich natürlich auch unbedingt zum Rastro. Wir waren leider relativ spät da, da wir vorher noch im Reina Sofía waren, aber ich muss sagen, dass ich recht enttäuscht war. Der Rastro in Madrid ist nicht besser als die anderen in Spaniens Städten. Ich habe eigentlich keine antiken Gegenstände gesehen, nur billige Waren, darunter viel Markenware. Außerdem wurden wir so oft vor Taschendieben dort gewarnt, dass wir den Besuch auch nicht hundertprozentig genießen konnten, sondern immer auch Acht auf unsere Taschen geben mussten. Was mir allerdings gut gefallen hat, war die Atmosphäre des Stadtteils. Hier gab es auch am Sonntag viele Geschäfte die offen hatten und es wirkte alles schön belebt und bunt!

Comment passer un chouette dimanche à Madrid…
Comment passer une chouette dimanche à Madrid… Et bien en allant au Rastro: fameux marché madrilèné, où se rendent grand nombre de madrilènes et de touristes. Sur ce fameux marché, on trouve de tout: vêtements, bijoux, lunettes de soleil… mais aussi, antiquités, livres, aquarelles, peintures et même des cadres en bois pour encadrer les châssis à des prix franchement très attrayants. Un seul bémol: les voleurs, donc si vous avec un sac à dos, veillez à mettre la fermeture vers vous et les sacs en main en bandoulière.

Belle balade du dimanche matin
Évidemment, marmottes s’abstenir! Il faut se lever tot pour éviter la chaleur et la foule. Cependant, on y trouve de tout, antiquités (ce qui fait la particularité du Rastro), souvenirs et mode vestimentaire: parfait pour les touristes!

L’esprit madrilèné en un marché
On pourrait presque dire que le Rastro est un monument national espagnol. Il serait impensable pour tout bon touriste qui se respecte de né pas y passer durant un séjour à Madrid. Tous les dimanches, une foule dense et trépidante se retrouve ici pour faire ses emplettes à moindre coût (on est bien loin de l’ambiance Corte Inglés) ou tout simplement se promener. Tout à fait typique de la vie madrilèné.