El Perro de la Parte de Atrás del Coche

Me encanta el Perro, pero me da una pena terrible que solo abra hasta las 3:00/3:30.
Yo no lo conocía, pero hace un par de años o tres fui con unos amigos asiduos y me gustó mucho. De hecho, hace eones que no voy a otro sitio.
Es una sala tipo Costello, pero la acción pasa toda abajo, donde la planta se divide en dos: una barra nada más bajar las escaleras, con una zona más tranquila, y, al fondo a la izquierda, la sala rollo cueva de ladrillo donde la gente se lo pasa pipa bailando. Y es que al Perro se va a mover el esqueleto, por eso la música es muy bailonga: desde Beastie Boys hasta House of Pain, pasando por Chimo Bayo o The Killers. Una mezcla muy ecléctica pero totalmente eficaz. Se respira siempre muy buen rollo. Mal se tiene que dar para que no te lo pases bien.
Unas veces he pagado entrada (10 € con copa), pero otras no, y no estoy segura de si tiene que ver con llegar antes de la 1:00. En cualquier caso, los tercios (Mahou, entre otras) están a 4 € y las copas, en vaso de tuvo extragrande, a 8 €, lo cual creo que está bastante bien, y no recuerdo haber tenido resacones de la muerte, la verdad.
Como buena amante de los «juelabros», me fascina que el ropero se llame «roperro», y también que sea gratis. En los baños suele haber papel, pero, ojo, porque las puertas no cierran bien y una se suele quedar atascada («pánico en el wc»). Gracioso sello de una huella de perro el que te ponen cuando sales a fumar.

El típico sitio al que no entrarías pero que luego sorprende. La música muy buena y la gente de lo las dispar, pero todos bailan…
Cobran la entrada y el garrafón parece asegurado.

Nunca había ido a esta sala y mira que paso veces por su puerta pero no me había fijado nunca hasta que ayer fui a un concierto de unos amigos.
Su estética me recuerda bastante a la sala Costello, así, recogida y teniendo el escenario en la planta de abajo. Me gustó bastante.
Si hablamos de precios… un tercio de Mahou 4 euros que bueno, no está mal para ser una sala de conciertos.

Mi bar nocturno favorito de Madrid.

Malasaña mola pero yo no termino de ubicarme, sobre todo cuando quiero salir a tomar una copa siempre acabo en sitios que son demasiado modernos. El perro de la parte de atrás del coche para mi es la excepción.
Cobran entrada y por eso no le doy las cinco estrellas, pero el sitio tiene una mezcla explosiva: música muy muy divertida (nada comercial, lo mismo ponen algo indie que algo de los 80 que algo rock, pero de verdad que es un sitio bailable), una decoración que parece que te has metido en uno de los míticos búnker berlineses pero sin tanta suciedad y gente divertida (a veces un poco excéntrica, pero divertida y con buen ambiente)
Las copas no son muy baratas que se diga y menos para el dudoso color de su alcohol, vamos, que yo si voy bebo cerveza ;)

A mí este sitio siempre me ha parecido caro a la hora de entrar, aunque probablemente sea porque no estoy acostumbrado en estos alrededores a que me cobren entrada para un sitio tan pequeño. En este caso fuimos porque tocaban unos amigos nuestros, y lo único que se me ocurre decir es que la acústica del local no es suficientemente buena como para este tipo de eventos, aunque se agradece mucho que alguien en esta zona siga apostando por la música en directo de grupos noveles en una época en la que estas cosas parecen condenadas a la extinción.
Opino que mejoraría mucho si invirtieran en acondicionar acústicamente la zona de conciertos un poco, y de hecho es probable que eso les proporcionase un cierto segmento de mercado que, de esta manera, será complicado que obtengan.

No es uno de mis favoritos para ver un concierto pero es de los que llevan más tiempo. Tiene una parte más tranquila para tomarte tus copas y luego una especie de cueva donde ves los conciertos. A mí me da especialmente angustia por lo pequeño y el agobio que me produce que los músicos toquen detrás de la barra.

Es un pub con dos áreas, una más tranquilita, con barra, mesitas y sofás, y otra al estilo de una cueva, como un túnel con el dj al fondo, en la que ponen música en directo los jueves y los sábados.
La barra tiene un detalle muy curioso, es un galgo iluminado.
La entrada son 9 euros, con una copa o dos cervezas. Dentro la cerveza sale a 4 euros y las copas a 8. La música es muy variada, pero siempre de buen rollito, no es el pachangueo que tanto abunda.

Un garito con un nombre un tanto peculiar, y una decoración aun mas peculiar si cabe. menudos baños! Vamos que lo primero que pensé cuando entré ahí es, que hace un garito de este tipo en esta zona?
Fui con unos amigos del curro porque uno de ellos le gusta la música Indie y nos convenció para ir.
Nada mas entrar, a soltar pelas, como en tantos otros sitios de Madrid, pero bueno mereció la pena. Nos tomamos una copita mientras escuchábamos música moderna pero no comercial, que eso se echaba de menos con tanto greatest hits que hay por ahí.
Lo bueno que tiene también es que tienen 2 salas, unas de ellas para tomar algo tranquilamente y otra a modo de sala de baile para dar rienda suelta al esqueleto.

Tienen música moderna y no comercial… por lo tanto ya me gusta. Recuerdo de las últimas veces que he ido que tenían un Dj que pinchaba música tipo grunch.
El local está muy chulo. Hay una zona tranquila y otra más de baile que parece una cueva medieval. La entrada cuesta de 12 a 15 euros… es lo único malo.

A mí me recuerda mucho al planta baja del Costello, y la música es parecida. También hay una zona donde tomar copas de un rollo más tranquilote… es como una especie de Siroco pero más pequeño. Lo peor de todo es que cobran entrada.
¡Ah! De vez en cuando hacen sesiones con Dj’s –recuerdo una histórica con el malagueño Matt Correa, de esos que le dan zapatilla pero bien, con estilazo-​: ese día comprendí por qué el bar se llama así, ya que no paré de mover la cabeza de arriba abajo en toda la noche.

Para los fijos de la zona de Malasaña, es un local con gente joven, arriesgado y por que no, divertido y mucho.
Nos encontramos con un local reformado y no muy vistoso, pero con algo que le hace especial mas alla del curioso nombre escogido por sus dueños. Ambiente desenfadado y alternativo.
Se conoce y se aprecia el esfuerzo de sus dueños por intentar atraernos con las ideas y las formas creativas de origen urbano que se pueden degustar en el local.
A mi personalmente me parece un local con algo especial, perfecto para ir con tu pareja o los amigos intimos para poder charlar y divertirse.
Para gente especial en un lugar curioso. Sin duda, se trata de un local original con mucho que aportar a la noche madrileña.
Lo mejor: el ambiente
Lo peor: ¿por que no habra mas sitios asi?