El Paraguas

Caro caro caro, pero la comida impresionante y no te quedas con hambre, insisto, caro

Invitación a un almuerzo bien fancy. (que si no…)
Unos parientes están por Madrid y me invitaron a almorzar a este sitio, y pues a caballo regalado… y ahí estaba yo en Salamanca vestido para la ocasión. El lugar es bien elegante, con mozos a lo antiguo. Es muy grande y un poco laberíntico y aún así estaba lleno hasta el tope!
Decidimos pedir unos chipirones (a la no sé qué) de entrantes y luego unos patatines con trufas y huevo. Todo muy exclusivo, no tengo fotos porque me inhibí con mis acompañantes no Unilocalers, lo siento.
Luego me pedí un cachopo, (porqué no?) que estaba súper bueno y no me cayó nada pesado, venía con unas patatas con cebollas, como en terrina, no recuerdo cómo le llamaban.
De postre fui por el tiramisú (ya les conté de mi única obsesión con lo dulce), aunque aquí lo llaman tarta de café con mascarpone, faaaaaaancyyyyy.
La atención fue buena, las copas siempre estuvieron llenas con agua (sin que lo notara siquiera!) y la decoración es (bien de la zona) muy agradable. Los precios claramente son elevados en comparación a otros lugares para comer pero tampoco me parecieron inaccesibles sobretodo considerando la zona y demás.

Restaurante El Paraguas, uno de estos que esta en la lista top o entre los mas recomendados de Madrid, en la calle Jorge Juan (una de las más, si no la calle con más restaurantes por metro cuadrado de España, fue mi voraz visita de este fin de semana.
La verdad, iba con hambre, y salí realmente bien. No es el típico asturiano dónde los platos parecen no tener fondo, pero tampoco es minimalista, una ración normal. Empecemos por la carta, muy variada y difícil de elegir, con entrantes, ensaladas, guisos, platos típicos, carnes, pescados y sugerencias. Carta de Vinos y postres. Su precio, sí, elevado. Los entrantes pueden rondar entre los 15 y 20 €, y los principales entre los 25 y los 30 €. Sin IVA. Y aunque la comida está muy buena, pero su precio es elevado, lo que se paga es otra cosa: su servicio, el local, la decoración, su ubicación, y porque no decirlo, su fama, porque siempre se ha dicho, la fama…
Nos sentaron en una mesa rincón, en su segundo salón, una ubicación que nos gusto mucho porque no daba privacidad. Es cierto que no me gusto que de un salón a otro no paraba de pasar gente, bien personal del servicio u otros comensales, eso, hay que mejorarlo.
Nuestras elecciones fueron, de entrada verduras con ostra y berberecho, de principales, lasaña de centollo y caviar de oricio, y cachopo de solomillo de ternera con jamón ibérico, típico de la tierra, pero preparado y presentado de una forma distinta. Y de postre, un espectáculo en estado puro, La Reina de Saba, nos encantó.
Vino y agua para beber.
Nos sera mi restaurante habitual, pero de vez en cuando merece la pena ir a estos restaurantes.

Nice place

Elegant and nicely formal for dinner on its 2 inside floors — and casual & chic for lunch on the sidewalk café/​restaurant area. One can dress well and it will feel just right! I think is the best restaurant in Madrid and love so many of its genuine Spanish dishes: the croquetas de fabada, the gazpacho, the scallops, the filet mignon… The menu is elegant but not ‘weird’ nor too modern. This is what I love! La crème de la crème of Madrid comes here for its ambiance and great cuisine –and one can see so many beautiful women and elegant men! It is surrounded by many trendy and also great restaurants in the Barrio de Salamanca.

Excellent dinner. We came unprepared in our shorts and tee shirts, but they treated us very well. We got a seat right away. The host/​waiter/​waitress were very helpful with recommendations when asked. The seafood shine here. Food came with a starter and ends with almond wafers. Had we knew, we could have ordered one less desserts. I are stuffed to the hilt. Will recommend others to this place.

This restaurant is located in the upscale historical Center of Madrid in the Salamanca district or Barrio. It has a beautiful and elegant sidewalk patio on a quiet but trendy street near boutique clothing stores. Marni’s is across the street. We had an expensive bottle of wine, baby squid, pasta and fresh fish. The food is delicious and the restaurant is well run. The staff speak English and the restaurant is frequented by fashionable locals.

Staying across the street led us to this highly rated 4 star restaurant. We were highly disappointed. The service was professional, but rote and w/​o enthusiasm. The food was competent but not innovative or exciting or even interesting. The buffalo and tomato was tasty but enormous, suited for two. The clams w/​pasta was bland. The chicken risotto was unexceptional. This restaurant is not bad but boring in the most traditional sense. I can not see a reason to return.

OK. Versión corta; muy mal servicio y comida aceptable. Y digo aceptable porque estaba buena, pero siendo un sitio caro como es, es lo mínimo. Pero reiterando, el servicio fue malo y no lo recomiendo.
Ahora un poco más desarrollado. Nos sentamos y tras servinos agua y tomarnos nota nos pusieron el aperitivo (gazpacho con fresas y langostino). Muy bueno, y fresquito apetecía bastante. Aquí ya comencé a notar un poco lo brusco que era el camarero que nos estaba atendiendo. Siempre derramaba agua al servir, a uno de mis acompañantes le tenia agobiado porque no paraba de darle golpes al servir, muy descuidado al llevarse platos (no derramó una copa de agua porque otro de mis acompañantes tuvo buenos reflejos), etc (un etc bastante largo).
Sabéis que? me da un poco de pereza seguir con la crítica, así que me salto un poco los platos y voy al grano. Al grano del Arroz con Pitu de Caleya que pedimos. Que broma mas mala, lo sé ;(Total, el arroz no me pareció gran cosa aunque mis acompañantes decían que estaba bueno, salvo por el pequeño detalle de tener trocitos de hueso triturado. De 5 cucharadas que me metí en la boca, 4 tenían hueso. Se lo comentamos al metre y nos dio las gracias por comentárselo para avisarlo en cocina pero nada más. Por los 25 € que pagamos de arroz por cabeza me hubiese esperado algo más, como que nos hubiese ofrecido otro plato u otra compensación.
Resumiendo, no pienso volver, ni recomiendo a nadie un restaurante caro en el que hay que reservar con una semana de antelación y en el que te dan un servicio tan malo.

Recommended by everyone for very good reasons. Must have the octopus. The steak with truffles was superb. The burata was also great. Hake was OK. The chocolate desert was other worldly. Compared with NYC prices. This was reasonable.

Perfect from start to finish and the best meal of our weeklong vacation. The service was attentive, the patrons were well dressed (surprising number of suits in our area) and the atmosphere was quiet and subdued (there are multiple rooms in this restaurant and I can’t vouch for the other areas).
The meal began with a foam gazpacho amuse with fresh lobster that was hard to fathom and my appetizer of burrata on shaved tomatoes held together unlike anything I’ve had at most restaurants. I would highly recommend the steak with black truffles and try to leave room for the coffee cake with marscapone cheese which would hold its own with any tiramisu we’ve ever tried in Italy or the states.
I’m not sure if this is for kids or families but it is a must for special occasions or for a memorable meal.

Buenísimo. Se ha convertido en uno de mis restaurantes preferidos de Madrid. Tal vez un poco caro para la calidad que tiene, pero es muy muy bueno. La fabada asturiana estaba perfecta! Pedimos también las anchoas con aguacates, y las colmenillas… Qué maravilla. Muy recomendado!

Exquisito restaurante para ir a celebrar una ocasión especial. La verdad quede sorprendida por la calidad de la comida. Impecable la presentación de los platos. Por otro lado debo decir que la los precios son altos; ordenamos una botella de vino blanco francés, 1 botella de agua, 2 entradas, 2 platos principales, 2 postres y 1 digestivo (parte de la casa) por el valor de 169 €. En cuanto al servicio debo decir que estuvo bueno, al principio un poco deficiente pero progresivamente fue mejorando. La verdad e indudablemente volvería en una ocasión especial. La decoración bastante acogedora, frutas en las ventanas lo cual aporta ambiente tranquilo y light. Es un restauran bastante concurrido con lo cual hay que hacer reservación, sobre todo los jueves, viernes y sábados.

Es un restaurante muy bueno, puedes ir tranquilamente a comer y, su carta está muy bien elaborada, tiene una bodega buena, y los precios, la verdad es que son acordes con las calidades que ofrecen, su bodega esta bien posiblemente corta, un poquito corta

F-​A-​N-​T-​A-​S-​T-​I-​C
I ate dinner here for the second time while vacationing in Madrid. We were a larger party of 8 and I tried many plates…
Bread & olive oil 4+/5
Artichoke hearts in oil appetizer 5+/5 delicious!
Cigalitas salad ⁴⁄₅ (well prepared cigalitas rest of salad ave)
Tomato buffalo salad — I heard it was great!
Terrific entrees, especially the fish!
Pasta with almejas ⁴⁄₅ good, not great — maybe overpriced?
Cocochas merluza 5+/5 very special plate :)
Lubuna W/​artichoke ⁵⁄₅
Solomillo (steak) medium, it was juicy (w/​out truffle) ⁵⁄₅
Desserts are magnificent!
La reina de Saba (chocolate…) 5+/5
Tarta Manzana added Ice cream ⁶⁄₅ (probably the best apple tart I have ever had!
Arroz Con leche ⁶⁄₅ absolutely fantastic!
Heard good things about tarta Rosita
Floating islands version and fig desserts a tad on the sweet side (I recommend others better)
Service is very friendly…
Ambiance is superb!!!
Btw, I ate a «ten con ten» (same owner-​chef) like that restaurant as well — but I had a better overall experience here!
Highly recommended — Expensive, but worth it — you get what you pay for!
Best meal (s) I had in Madrid in a very long stay!

Best food I have had in Madrid so far. Little bit on the expensive side. However, great attentive staff and a great décor!

Uno de mis sitios favoritos, si no mi favorito, en Madrid. Un clásico, buenísimo, de primera. Es caro eso sí. Pero vale la pena.

Y en pleno barrio de Salamanca, hábitat de los peinados de flequillo hacia un lado, los polos de caballos enormes, las bambas náuticas y los bolsos de rombitos y siglas de firma, puede ser que sea, y quién dice que no lo fuere o lo contrario, de los mejores restaurantes de Madrid. Asturiano de nacimiento o, al menos, inspiración. Las reminiscencias brotan de su carta para advertir sus orígenes al leer expresiones tales como pixin, fabes, cachopo y arroz con leche cremoso. Duda disipada.
Conocí el restaurante de allá una vez por recomendación de un cliente (clienta en este caso), alta directiva y acostumbrada a los ágapes lujosos refiriéndose al restaurante como un referente de la restauración madrileña. Lo visite y guarde en el rincón de la memoria para sitios especiales. Para conmemorar la paciencia de mi madre y la persistencia de mi padre volvimos a ver si hacía justicia al recuerdo.
El lugar donde se ubica es inmejorable. Calle Jorge Juan a dos manzanas de la plaza de Colón. Gozan del pompo y boato del aparcacoches. Como no podía ser de otro modo dado el caché y la dificultad de aparcamiento. Los camareros están inmejorable e impecablemente vestidos, su mâitre con un elegante traje y un impoluto nudo de la corbata (a mi no me salen mejor). El servicio intachable por tempo y correción. Bienvenida, carta, ofrecimiento de refrigerio, aperitivo, toma de comanda y desfile de platos.
Cuando uno habla de una cocina tan excelente como la de este Restaurante bordea lo pornográfico hablar de dinero. Si bien, lo que te llama primero la atención sea el dinero. Entre unos 5 y 10 € más por plato de lo que viene siendo habitual. Quizás resulte más apropiado hablar de equivalencia. Pues bien, la relación calidad — precio es buena porque la calidad es excelente. Inmejorables materias primas tratadas con mimo en pleno barrio Salamanca, manteles de hilo, cristal fino y servicio profesional y atento. Todo se paga.
Pedimos unas croquetas de oricios de entrante y corazón de alcachofas salteadas al aceite de albahaca con tomate gratinado. Las croquetas son tan común plato, probado tantas veces en tan dispares lugares que sirve como barómetro para calibrar la calidad. Exquisitas es lo mínimo que se puede decir. Bechamel suavísima, crujientes por fuera y sabrosas por dentro.
De principal pidieron el cochinillo confitado, las fabes con chorizo y morcilla (mi progenitor), el bacalao a la vinagreta de manzana (mi mama) y yo, por deformación de la gula, el cachopo de solomillo relleno de queso y recubierto de jamón. Las fabes servidas en una caldereta de porcelana eran abundantes con el chorizo y la morcilla servidos aparte. Dieron para tres rellenados de plato. Alubia grande, en su punto de cocción, ni dura, ni blanda, con su caldo bien ligado y el chorizo picante y repetidor. El bacalao finísimo y jugoso, sin estar seco ni excesivamente salado, extraído el sabor fuerte de un pescado tan dominante y con una vinagreta de manzana con el toque ácido y dulce suficiente. El cochinillo confitado es lo que diría un hipster un must. Lagrimoso y jugoso por dentro, con el punto crujiente del dorado por fuera, sin perder un ápice de sabor. Y el Cachopo. Pues bueno, viene fileteado y sin el punto crujiente del pan. Es una reedición fina de un plato contundente y grosero, luego es normal que al reinventarlo no quede igual. Sin estar malo, el relleno era suficientemente cremoso y el jamón por fuera le daba el punto, y la carne eso sí, tiernísima.
Hay postres que te llevan a un estado de éxtasis de Santa Teresa. Tras deglutirlos y con el pico diabético elaboramos la teoría de que es en los postres donde de verdad se calibra el auténtico nivel de un restaurante. Como en Unilocal,hay restaurantes de 3, 4 y 5 estrellas. El postre es el equivalente a esa media estrella de duda, que justifica subir un eslabón o escatimarlo según el estado de ánimo. La confitería del Paraguas justifica el viaje, la comida y hasta la pesada digestión. Arroz con leche, La Reina de Saba y Torrijas con Crema de Canela. El arroz con leche cremoso mantecoso y delicioso. La reina de Saba era una tarta de chocolate muy negro profundo, pero es que las torrijas, eran dos tostas de pan empapadas en leche con canela y fritas con un dorado espectacular sobre una cama de crema de canela (parecida a las natillas) que elevaba las papilas gustativas a un éxtasis místico. No sé si quiera si pedí café.
Final del día con una dolorosa de 45 – 50 € por cabeza (sin vino) que apenas dolió, anestesiados como estábamos por el manjar de los dulces y la teja de aperitivo dulce final. A mi mama le encantó y con eso, pues canto en los dientes y hasta la siguiente.

Wonderful experience!
Lovely restaurant on a beautiful street in Madrid. We recently celebrated our 25^th Wedding Anniversary at El Paraguas with a wonderful meal worthy of the event.
The menu was varied offering many meat and fish selections. The wait staff was extremely efficient and polite. If a server was not able to answer a question because of the language barrier, someone else was quick to jump in and make sure we were fully attended to.
Great restaurant for a special occasion while in Madrid.

En mi opinión uno de los mejores restaurantes de Madrid, si no el mejor,. Se nota el esmero y dedicación en sus platos. Los espárragos rellenos de Centollo y las Colmenillas rellanas de Foie y el salpicón de Bogavante está entre mis entradas preferidas. Los principales que no deben dejar pasar por alto: El Cochinillo Confitado, Las albóndigas de Rabo de Toro, Manitas con Colmenillas y Trufa Negra, La Caldereta de Pescado, La lasaña de Faisán… en fin todo es riquísimo. El servicio y la atención son sobresalientes, el ambiente muy agradable y los dueños encantadores. Se los recomiendo 100%. No se puede pasar por Madrid sin ir a comer a El Paraguas.

La verdad es que pedimos un poco raro, ya que probamos las croquetas de oricios para empezar y de segundo fabada y arroz con pitu caleya, todo para compartir. Los dos postres estaban también muy ricos, pero ahora mismo no recuerdo que pedimos. El servicio muy bueno, mejor situado imposible. Todo genial y el precio acorde a su categoría.

Great food, classy environment. Service people absolutely polite and giving the best of them to make people happy.
The only detail is that waiters doesn’t speak any english so it’s a bit challenging if you go there with a group of 10 english speakers. Otherwise I’d got very nice suggestions from them.
I would keep this place for special occasions since it’s expensive. Make reservation in advance because gets full!

almuerzo por la fuera… pues es sólo he pedido plato principal, xk no tenemos hambre, y la verdad es que es poco. hemos pedido 3 plato, diferente. pero me parece que hemos pedido dos plato similar.

Restaurante Fashion, acogedor y elegante en el que se come francamente muy bien porque tienen una gran materia prima, eso sí, ir preparando la cartera porque no es para nada barato.
Este restaurante es famoso por sus guisos como las fabes con centollo, o sus pescados como los fritos de pixín con tinta de chipirones, increíbles. Su amplia carta de sugerencias está compuesta de unos platos tradicionales con un toque de modernidad, yo sin duda alguna me quedo con la lasaña de centolla con caviar de oricios, aunque bueno, las patatinas con trufa negra es un manjar digno de reyes!
Pero la guinda final se la llevan los postres, yo probé helado de chocolate blanco con tarta de manzana y una crema de arroz con leche exquisita y le robé a mi novia un poco de su frixuelos con espuma de queso… no te vayas sin pedir postre ¡te arrepentirás!

Está situado en la calle Jorge Juan, que es sede de otros muchos restaurantes de calidad, y El Paraguas es una dura competencia para todos ellos. Centrado en la cocina asturiana, ofrece platos innovadores y muy elaborados. No esperéis precios baratos, ambiente familiar y grandes cantidades de comida como es típico en otros asturianos. Aquí prima la calidad y la elegancia. Los platos gigantes para tan poca comida, pero eso sí, todo riquísimo y muy bien presentado. Podríamos decir que es el hermano rico de los asturianos al uso.
Si os queréis daros el gusto de ir, no dudéis en probar el rape o pixin, a mí me lo recomendaron, y aunque no soy una gran fan del pescado todo el mundo me dijo que lo pidiera, y debo reconocer que esta muy bien hecho, al punto y con un sabor exquisito. Está bien compartir porque aunque vas a salir con hambre igualmente al menos pruebas más variedad, y con los postres igual, están muy buenos, así que si vais unos cuantos pedid cosas diferentes, mi favorito fue el arroz con leche, casero y muy cremoso.
Preparad la cartera, no os va a salir barato, y si pedis vino igual hasta tenéis que ir al cajero, pero un día es un día (pero ya está eh, sólo uno)

Para mí, sin dudarlo, uno de los mejores restaurantes de Madrid. Eso sí, lo pagas, que quede claro. Pero es uno de esos desembolsos abultados que uno hace del mejor humor posible, después de haber probado los deliciosos platos de este espectacular restaurante. Ubicado en el corazón del Barrio de Salamanca, el local está decorado de una manera impecable, elegante y muy acogedora. Ellos se autodenominan restaurante asturiano, término que al escuchar nos hace pensar más en un chigre o una taberna que en lo que nos vamos a encontrar aquí. Claramente es uno de los sitios con más clase de Madrid, y pidas lo que pidas, acertarás. Mi recomendación personal son las patatas con huevo y trufa y los oricios como entrante, seguido de un steak tartar o las albóndigas de rabo de toro. Puedes regarlo con cualquiera de los vinos que tienen en su selecta bodega. Para terminar, nada como naufragar en la isla flotante, un esponjoso soufflé sobre una cama de deliciosas natillas.

Restaurante asturiano situado en Madrid.
Tanto la decoración, ambiente y comida te haran sentir como en Asturias.
La comida está exquisita, gran variedad en sus platos donde podrás probar los sabores más típicos.
La atención es algo que tengo que destacar, los camareros fueron de lo más amables y rápidos en servirnos.
El precio es algo caro pero la calidad y la atención exclusiva se paga.

Muy buen restaurante, hay que pedir reserva un día antes de ir ya que suele ir bastante gente. El precio está ajustado a la comida, que está riquísima, todo casero, donde te meten el sablazo es en el postre. Buen sitio para ir toda la familia o para una comida/​cena de empresa, son muy serios alli y te atienden rápidamente, suelen invitar a chupitos de orujo de café al terminar la comida.