El Parador del Jamón

Por suerte, este sitio creo que lo han reformado desde que lo dieron de alta en Unilocal,porque ahora la verdad es que está un poco más bonito y cuidado de lo que aparece en las fotografías. El local tiene dos plantas: una abajo, con mesas y una barra; y una zona arriba, más enfocada al restaurante.
Como salíamos caninos de un concierto en el cercano Palacio de los Deportes, terminamos recalando aquí, después de que en un par de sitios nos dijeran que la cocina estaba a punto de cerrar. Si bien los camareros no eran el colmo de la simpatía (una de ellas parecía que te estaba haciendo un favor y uno cuando le dijimos que éramos diez nos miró como si fuésemos a dispararle en ese preciso instante) la verdad es que fueron rápidos, y en seguida tuvimos con nosotros lo que habíamos pedido. En nuestro casó, unos huevos rotos con picadillo y un bocata de calamares que en contra de lo que pensaba estaba bastante rico. El pan estaba como recién hecho, ¡todo un lujo!

Este afable sitio de dudosa ortografía (señores. Que cervecería es con v!!!) Viene a ser uno de los «Museos del Jamón» exclusivos de barrio, personales y con mucho más carisma que la popular cadena.
No obstante, es el jamn el elemento decorativo principal de dicho bar, al igual que todos los embutidos (ibéricos o no) y charcutería que conforman su atractivo escaparate (lomos, chorizos, butifarras, etc… Que pueden ser vendidos directamente al público cual carnicería de mercado se tratase)
Es también un buen sitio para comer, con un menú a precio correcto que incluye platos tan apetitosos como degustaciones de diferentes quesos, coroquetas de gambas con salsa de carabineros, tortillas de camarones con ali oli… Buenísimos.
Interiormente su decoración, como todos los sitios de esta familia, mesas de madera con sillas altas de madera e iluminación profusa. No obstante solamente la comida que puedes probar aquí ya te nubla la vista de tal manera que te parecerá estar en el mismo Areia

Uno de los sitios que demuestran que hay que romper los prejuicios. Calle ODonnell, el nombrecito del local. Siempre pensé que este era un sitio de clavada y enfocado a los guiris. Pero me equivocaba.
Un día fui a la maternidad a ver al renacuajo recién nacido de un amigo. A la salida otro amigo sugirió entrar a comer a este restaurante, situado frente a la maternidad. Yo acepté no sin antes soltar mi tópica retahíla.
Me la tuve que tragar. El menú del día por 11 euros resultó excelso: Pisto manchego con huevo, codillo asado con salsa de miel y pudin de postre. Los camareros muy atentos.
El local estaba lleno. No se divisaba ningún tejano, tirolés o serbocroata. Observé que mucha gente entraba a comprar bocadillos de ibéricos para llevar. A la entrada tienen un mostrador donde despachan embutidos de calidad.
Así que ahora estoy esperando que mis amigos emparejados procreen y que el destino les lleve a dar a luz a la maternidad. Ese niño vendrá con un pan debajo del brazo. Relleno de jamón ibérico. Crecerá sano.

A must visit in Madri, «el parador» is a cozy restaurant with several pieces of jamón (cured ham) exposed. They’ve got great sandwiches and drinks, and is the perfect place to have dinner.
It’s been a long time since I had been there, thus I can’t remember pricing. I think it was fair. I would like to stress I have been treated with extreme attention and very politely every time I went there.