El Ninot

No sé qué habrá pasado en este restaurante en los últimos tres meses, pero lo de hoy ha sido para no volver más, y punto. Para empezar, poner a dos (DOS) personas a atender un grupo de 40 es una garantía de que la cosa no va a ir demasiado bien. SI además no toman bien las comandas las cosas se pueden poner muy tensas.
Por partes. Entremeses: cuatro croquetas de ni fu ni fa. SIguen unos cogollos con salmón, que al menos estaban bien aliñados (las cosas como son).
Unos huevos estrellados que no estaban mal daban paso al plato fuerte, a elegir entre entrecot, lubina y arroz caldoso. EL arroz, según los que lo probaron, era lo único decente. Las lubinas eran para echarlas de comer aparte. Hacía mucho que esos pobres peces perdieron de vista el mar, las patatas eran suelas de almidón, y debido a un error sin importancia, a una persona se la sirvieron casi a la altura de los postres, con el agravante de servírsela CRUDA bajo una capa aparentemente hecha. En cuanto al entrecot, la persona que lo pidió se encontró con un mazacote de grasa del que finalmente logró sacar, aproximadamente, un tercio de carne. Y sin guarnición, porque lo pidió sin sal y optaron por no ponerle nada.
De acuerdo, las suelas de patata tenían sal ¿pero tanto costaba ponerle un poco de lechuga y tomate, aunque fuera?
EL postre, una penosa tarta de hojaldre y nata (o algo blanco y dulce), y a la hora de servir los cafés, el camarero ha ido de uno en uno, es decir, preguntándole a uno o dos comensales que querían, yendo a por ello, volviendo con ello, preguntando a otros dos y así sucesivamente.
Y todo esto por 36 euros por persona. La persona que recomendó el local no sabía donde esconderse.
De acuerdo que un mal día lo puede tener cualquiera, pero por ese precio, simplemente no es admisible.

Bastante caro, pero buen servicio y comida muy buena

Aunque tenga nombre de restaurante para Valencia, Ninot no se encuentra tan alejado de la capital, si bien es cierto que se encuentra en un lugar un poco a desmano y nos puede costar encontrarlo un poco sino conocemos la zona. Aun asi vale la pena acercarse.
Que nos ofrece Ninot para levantarnos un Sabado por la mañana e ir con la familia a comer fuera, pues hacen buenas carnes y mejores arroces con diferentes combinaciones. En mi caso no soy demasiado de arroces y paellas, y aún asi, me gusto mucho todo lo que tuve oportunidad de probar.
Uno de los únicos peros, es que el local en si, me parecio un poco lleno, con algo de agobio, asi que eso se soluciona no llendo a comer en horas punta o en dias de diario, para los amantes de este tipo de comidas es una sitio que merece ser visitado ya que en Madrid no abundan demasiado precisamente.
Amplia carta de vinos para acompañar nuestras selecciones y nada desdeñable oferta de postres. No eran nada del otro mundo pero muchas cosas hacer bien las cosas es lo mas dificil, no el innovar.
Buen local para salir a comer con la familia y aprovechar el buen tiempo de las fechas.