El Laberinto

Tengo un conflicto interior cuando intento hablarle a alguien del Laberinto. Por un lado me encantaría recomendarlo, pues es un lugar con un concepto que personalmente adoro: juegos de mesa.
Y es que el bar dispone de una enorme variedad de juegos de mesa, desde los más tradicionales (Risk, Monopoly, cartas, naipes, etc) hasta algunos de los más nuevos (Catán, Carcassone, Munchkin, etc). Esa variedad y unos cuantos amigos pueden dar muchas horas de diversión. Además, usar los juegos no cuesta dinero, simplemente hay que hacer una consumición.
La parte negativa del local, y lo que provoca mi conflicto interior, es la total carencia de simpatía de alguno de los camareros del local. Una bordería y chulería como pocas veces he visto. Personalmente me recordaba al tendero de Los Simpsons.
Por suerte no hay que tratar mucho tiempo con él, así que sigue mereciendo mucho la pena el local.