El Gran Barril

Came here with a group and the food was bland at best… I expected better from a place that had stellar reviews but honestly for the money you can eat much better in Madrid for the same price! Halibut was very tender but boring and the steak was raw (standard in Spain) but upon asking for a quick re-​sear it came back cut in half and burnt black. Yikes — you guys can do way better!

El trato por parte del equipo de sala inmejorable, única y exclusivamente por su género único y aún mejor elaborado. Éxito seguro tanto para clientes noveles como para los ya veteranos. Un placer.

No soy de gastarme mucho dinero en restaurantes. Muchas veces me quedo encantado con cosas sencillas y no me hace falta pegar muchos viajes sensoriales a la estratosfera para quedarme feliz como un regaliz. Lo que sí sé es que la próxima vez que me quiera dejar un buen dinero en cenar, lo haré aquí.
¿La pena? Que estas fiestas es un no parar de comer durante todo el día, y llegué a cenar aquí con amigos sin un poquitín de hambre. Y en fin, no hay cosa que más rabia me de que tener que comer sin hambre.
Todo, todo, TODO lo que pedimos estuvo delicioso y bien valía lo que costaba. Las empanadas gallegas, el jamón ibérico con pa amb tomaquet, las flores de alcachofa (curradísimas, ligeras y sabrosísimas), el tartar, los calamares, el pulpo a feira… No hay nada que no estuviera super riquísimo, y eso que la especialidad de este local es el marisco y de marisco no pedimos ni una gamba.
En cuanto al precio, pues efectivamente no es un sitio al que venir todos los días ni mucho menos, pero sí que es una excelente opción para darse un homenaje de cuando en cuando.
El servicio, además, era rápido y encantador y la única pega que le pongo, que creo que debía de ser algo puntual y no la tónica general, es la calefacción a 400 grados que tenían puesta, que me tuve que salir un par de veces a tomar el aire porque me iba a dar el sarampión.

Desde que me lo recomendó, mi amigo de Úbeda, he ido varias veces, la verdad es que en esa marisquería que se come muy pero que muy bien, me gustaría que la bodega fuera un poquito más extensa pero esta bien, tienen un producto de gran calidad, y cuando estoy en Madrid indudablemente paso por allí para degustar su marisco espectacular

Si te quieres dar un señor homenaje o alguien te dice «te invito a comer, tú eliges el sitio» (es caro) no lo dudes, El Gran Barril es de las mejores opciones.
Todo está excelente, desde el aperitivo mientras que pides la bebida (inmensa bodega), pasando por cualquier plato de la carta (el pulpo a la brasa es para creer en Dios), hasta las «tejas» de pasta de almendra con el café.
Ahorra, ahorra y finalmente disfruta.

No tengo claro por dónde empezar, así que el principio tendrá que servir. Aún recuerdo cuando, hace muchos años, este local no era un restaurante sino un garaje para camiones que raramente abría y que yo soñaba con ver por dentro. Tras mucho tiempo sin actividad aparente, nos enteramos de que lo había comprado el dueño de otro restaurante mítico del barrio (y que ahora tiene solamente 16 locales) y que iba a abrir algo aparentemente lujoso y más moderno. Y lo consiguió: desde entonces no ha habido momento que haya pasado por delante y no haya tenido más o menos clientela, ¡jamás lo he visto vacío del todo!
El local tiene 2 plantas enormes comunicadas mediante escaleras y ascensor, una barra bastante hermosa si solo quieres tomar una caña o un vino con algunas raciones, y muchísimas mesas para que te sientes con tu familia a celebrar lo que sea procedente, todo ello en un ambiente en el que se ve que se ha invertido buen dinero y que, a pesar de aprovechar el espacio al máximo, no se está incómodo en ningún momento. Para complementar esto, el servicio es bastante agradable y se ve que saben trabajar porque nunca falta ni sobra nada en la mesa; de hecho hacía bastante tiempo que no veía tanta profesionalidad.
En cuanto a la comida… Buf, está toda tan increíblemente buena que no sé qué alabar por encima de lo demás. De raciones pedimos jamón ibérico con pa amb tomaquet y lascas de sal, y entre que el jamón es bueno y todo el pan lo hacen ellos allí mismo… Luego unas croquetas de gamba roja con patatas fritas, y eran sencillamente perfectas, incluso en su esférica forma, en su suave textura y su sabor a mar; luego una parrillada de verduras que tenían su puntito justo de sal y aceite de oliva del fuertecito, y luego un pulpo a la gallega del que ya no sé qué decir pero era maravilloso. Como platos principales, cuatro pedimos un arroz marinero limpio (con pescado y marisco y ni una cáscara) que es, indudablemente, de los mejores arroces que he comido jamás, muy superior incluso al de arrocerías consagradas de esta ciudad; otra persona pidió unas delicias de merluza que no probé pero que tenían un aspecto genial y parece que sabían incluso mejor; otra un entrecot que sí probé y estaba perfectamente hecho, y mi abuelo se pidió unos callos con morro que estaban estupendísimos, me dejé casi una barra de pan en su salsa.
De postre alguien pidió carpaccio de piña y mango con sorbete de naranja y dijo que estaba espectacular, pero para espectacular el tiramisú que pedimos los demás, que era ponerle un altar y unas velas: nada fuerte ni de café ni de alcohol, pero un sabor exquisito. Tras todo esto, rematamos con unos cafés y unos tés (tienen una carta bastante amplia de ambos) que vinieron acompañados de unas tejas y unos chupitos de parte de la casa.
Lo mejor es cuando llega la cuenta, y eso lo sé con certeza porque pagué yo: es un sitio lujoso, donde te sirven estupendamente, se come como si estuvieras en el Paraíso y te lo cobran bien, pero en comparación con otros sitios de menos postín no hay ninguna diferencia. Vamos, que he estado en sitios más cutres donde todos estos elementos han sido de una calidad claramente inferior y hemos terminado pagando más, así que no es para ir todos los días (salvo que seas rico y craso), pero para ocasiones especiales compensa bastante más que muchos otros sitios.

Great for the seafood rice plates! El Gran Barril is a large modern restaurant in the commercial area of Goya. The ambiance is very quiet and comfortable. Great place for business dinner with good service and large choice of wines.

Riquísimo marisco!!! El mejor! Eso su, prepara la cartera

El mejor marisco de todo Madrid. Trato inmejorable

Un restaurante de la misma familia de «El barril» que se encuentra justo enfrente. Este, se instituye como hermano mayor de peso mediante un lujoso espacio que cuenta hasta con portero y aparcacoches propios.
Se caracteriza por contar con marisco fresco, que puedes observar en su escaparate y degustar en la barra mientras esperas que te den mesa, y también por comer increíblemente bien.
Cuenta con dos plantas: la baja, que da acceso a la calle Goya, y una sótano a la que se accede por una preciosa escalera de caracol de madera, y por si esto fuera poco tienen además un acceso especial para minusválidos.
Un restaurante que no escatima en detalles para meterse al público en el bolsillo. Y yo el primero!