El Gallito

Tras muchos cambios de propietario/​a y, entre medias, ser una chocolatería, El Gallito vuelve y, como todavía hace bueno, tiene abierta esa gran terraza que es la mejor terraza que hay en el barrio.
Cuando más fui, era con sus dueñas ucranianas. Ahí El Gallito era la bomba. ¡Qué grandes esas mujeres! Ahora acaban de empezar. No puedo decir mucho, solo que han dejado la decoración de la chocolatería, por lo que El Gallito que, por dentro era feo, ahora es la mar de chulo y tiene mayor luminosidad. Solo he ido una vez, asi que cuento mi única experiencia: Pedimos un par de cañas, nos sentamos en la terraza y, junto a las cañas, trajeron unas patatas fritas de bolsa. Eso ya era una desilusión porque en el antiguo Gallito, la tapa solía ser muy buena (en Vicálvaro las tapas suelen ser muy curradas). Al momento, vinieron unas personas y se sentaron al lado. Eramos las únicas mesas ocupadas en la terraza y, a estas personas, junto con sus consumiciones, les trajeron un plato de pollo guisado. Se me escapó un ¡vaya! y la camarera lo detectó; asi que nos trajeron un segundo aperitivo también de pollo. La verdad es que me da mucha rabia encontrar bares donde tratan a la clientela de forma diferente; pero les voy a dar otra oportunidad porque el pollo estaba muy bueno y porque la camarera era muy atenta.

Tienen la mejor terraza del barrio, enorme, pero no termina de arrancar.
Ha tenido varias personas dueñas y creo que ninguna de ellas ha sabido dar con la tecla adecuada.
Yo lo conozco cuando lo llevaban unas personas ucranianas y para mi ha sido la mejor época, con raciones de su país y polacas que estaban deliciosas y muy caseras, pero por desgracia cerraron.
Luego fue chocolatería, todo muy rico, pero quizás una oferta demasiado corta, porque en verano un chocolate caliente, como que no apetece, y si te pedías una cerveza no te ponían ni kikos.
Ahora lo llevan otras personas, el otro día fuimos a tomar algo para probar y la verdad que fue una sensación agridulce, de primeras no nos pusieron aperitivo (bueno, una patatas fritas, esto para mi no cuenta), pero a la mesa de al lado si, y nos debió escuchar un comentario que hicimos sobre esto y al final cuando ya casi no nos quedaba cerveza, nos trajo el aperitivo… creo que le daremos otra oportunidad y ojalá pueda darle al menos 4 estrellas, que es la media de los sitios buenos del barrio.